Quedó a deber el G8

2025-06-11 | Armando Vásquez A. | Columna Archivo Confidencial
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PARECE QUE NO GUSTÓ el comentario que hice ayer sobre el resquemor que existe por parte del gobernador Alfonso Durazo sobre el papel de Célida López y de Adolfo Salazar sobre todo por cómo hicieron el trabajo en torno a las elecciones del pasado primero de junio.

Bien. Abundemos al respecto para que quede un poco más claro… y es que todo se sabe de una u otra manera.

Tanto Adolfo Salazar como Rafael Acuña Griego fueron quienes decidieron la mayoría de los nombramientos de jueces y magistrados lo que conllevó a choques y marcadas diferencias entre ambos y arreciaron una vez que recibieron el visto bueno del gobernador quien buscaba pluralidad pero a la hora buena cada uno de los operadores en esto apoyó a varios de sus propios y personales gallos. De allí tanta “lumbrera” elegida que han sido la vergüenza en redes.

El gobernador le entregó a Adolfo la confianza plena y operativa del proceso, pero ante el fracaso al ser uno de los estados donde menos gente asistió a votar –menos del 10 por ciento--, se resquebrajó el empoderamiento que le otorgó tanto a él como al grupo que encabeza y que se hizo llamar como el G8 al estar integrado por ocho personajes:

Célida López, (SAGARHPA), Paulina Ocaña, (jefa de Oficina del Ejecutivo), Paloma “La Mijita” Terán, (SC), David Mendoza, (CECOP), Fernando Rojo de la Vega, (secretario del Bienestar Estatal, amigo y socio de Alfonso junior involucrado en la maquila china de Agua Prieta que publicó Latinus), Froylán Gámez (SEC) y Roberto Gradillas (SE).

El gobernador busca en ellos un intercambio generacional juvenil, razón por las que les ha entregado proyectos gubernamentales de importancia, los proyectó como potenciales candidatos para el 2027 y el resto del gabinete se dio cuenta e hizo mutis aparente, pero al ser los elegidos, les hicieron vacío a lo que también contribuyeron los del G8 pues se sintieron tocados por el dedo divino al quedarse en la nube en la que se montaron sin tocar tierra. Todo iba bien, hasta que vino la prueba de la elección de juzgadores en la que les dejaron solos.

La sonrisa de complicidad, con un tufillo burlesco, la puede usted ver aun hoy en el rostro de titulares de varias dependencias y precandidatos como Lorenia Valle y Heriberto Aguilar pues conocido es el apoyo total del G8 a Javier Lamarque Cano para la gubernatura, quien es el mentor y además ingresó a Morena a Adolfo mucho antes de que formara parte del equipo de Durazo.

¿Qué pasó durante la jornada?

Como era muy baja la participación, entre las cuatro y seis de la tarde se dispuso un operativo especial para, desde las casillas, empezar el rellenado de boletas que pudieran aumentar desde el 25 al 70 % de los votos que se llevaban hasta ese instante.

A la chita callando se empezaron a mover los hilos desde la segunda oficina más refrigerada de palacio y cada uno de los G8 tuvo su distrito a cargo sobre todo en el manejo de la supervisión con informes constantes que enviaban a Adolfo.

Se sabe que hubo aquellos funcionarios de casilla que permitieron el rellenado de boletas porque eran gente afín a la marca o mediante la módica cantidad de dos mil 500 pesos para que se hicieran de la vista gorda.

Célida operó en Hermosillo, pero pidió todo el Estado pues cuenta con estructura que tenía desde su candidatura al senado el año pasado y que ha seguido fortaleciendo, pero cada integrante del G8 maneja intereses y candidatos propios a quienes debían probar al frente y aprovechando la estructura propia de gobierno. A Célida la culparon de marcar la pauta para empezar a operar a contraindicación de la línea de Durazo.

Trascendió que, en el caso de los municipios del norte, “La Mijita” Terán giró la indicación de apoyar con ese operativo a un abogado que no hizo campaña y quien es un personaje muy cercano a su familia, pero en el último instante se operó para que no fuera el ganador, aunque hizo un buen trabajo dentro de lo que cabe.

No fue fortuito que Adrián Espinoza, cerebro electoral de la campaña de Guillermo Padrés a la gubernatura en 2009, y Jesús “Chuy” Villalobos aparecieran, el primero, al lado de Ramón Flores, dirigente estatal del PT, como nuevo militante-operador de ese partido, y el segundo, al lado de la propia Célida pues la noche del domingo primero de junio se les vio celebrando la victoria de Daniel Acedo, su amigo, según lo establece en su mensaje de Instagram https://n9.cl/6smbs7 donde se defiende porque la tacharon de traidora y se los dice a los líderes del movimiento, recordándoles que ella está arriba en las encuestas como posible candidata a la gubernatura y aunque no lo dijo, ya se publicó que cuenta con 59.6% de las preferencias. https://n9.cl/fjbb7

Adolfo y David Mendoza Rivas, Coordinador de CECOP, por diferencias políticas que traen con alcaldes sobre todo del norte del estado, le quisieron vender al gobernador la idea de que quienes fallaron y se comportaron como traidores fueron tales presidentes municipales aunque la verdad es que fueron algunos del G8 quienes operaron por la libre y, aprovechando la recta les culparon porque no les han permitido hacer sus movimientos y negocios en lo local.

El bendecido fue Javier Lamarque quien abiertamente operó en línea con el G8 en el sur del estado según el informe rendido al gobernador.

Eso sí, de todo lo que salió mal se culpó sobremanera a Froylán Gámez, el hilo más delgado y fácil de manipular por su juventud y falta de malicia,(así lo ven), pero sobre todo porque representa hoy en día un peligro serio porque las encuestas lo colocan con posibilidades de ir por la candidatura de Hermosillo que otros u otras desean con ansia loca por parte de integrantes del mismo G8.

Por eso, le “quemaron” en dos artículos similares con unos días de diferencia, sin firma, publicados en el medio tijuanense –ya sabe cómo se maneja esto--, de nombre Opinia titulados “El secretario traidor de Sonora” https://n9.cl/r8i3z y “Destrucción de la elección del Poder Judicial en Sonora” https://n9.cl/x0ltzg

Hubo un agarrón fuerte entre Célida y Adolfo pues los ánimos se calentaron. De todo esto se enteró el gobernador quien, ante esta serie de desacuerdos y pleitos internos hizo el conocido llamado de atención pues avizoró la posibilidad de un rompimiento con el PT y lo vivido en Veracruz le puso sobre aviso.

Por eso, insisto, fue muy evidente lo que dijo la foto de unidad que manejó en torno al Plan Estatal de Desarrollo donde no salieron ni Adolfo, Célida, “La Mijita” Terán y Javier Lamarque. Hay que recordar aquel adagio de quien no sale en la foto…

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                                                                                                                                                                                  

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