Sentir el fracaso

ÉRAMOS MUCHOS y parió la abuela.

No es tan íntimo como cuando te rompen el corazón en una relación amorosa, o cuando duele el pecho ante una traición sufrida, pero si raya en la decepción y en la zozobra avizorar que en el legislativo desaparece un posible frente opositor a la 4T por el cisma causado por Alito Moreno al lograr su reelección por ocho años más

Quebró al PRI al atentar contra uno de los mandatos revolucionarios: la no reelección. De seguro cambiará de nombre al tender ser menos institucional y buscar fortalecerse como partido con el riesgo de desaparecer si nos vamos a los extremos.

Aunado a ello, el dirigente tricolor impulsado por una asamblea nacional de más de tres mil delegados, lanzó su primer dardo envenenado con dedicatoria desfocalizada al afirmar –sin bases pues ya se hubieran conocidos en los últimos treinta años--, que hubo priistas inmiscuidos en el asesinato de Luis Donaldo Colosio y que va por ellos. ¿Salinas o Beltrones, su opositor y a quien Alito lo ve cómo enemigo?...

Por lo pronto, la futura persecución logró que saltara la unidad partidista por la ventana. Tiene el sartén por el mango y lo sabe usar.

Además, logró la aprobación al cambio de la declaración de principios del PRI cuyo ideario “neoliberal” fue un modelo que distanció al partido de grandes grupos poblacionales y se busca lograr “el renacer de una alianza popular”, según dijo. ¿Otra vez Salinas el enemigo odiado de López Obrador –quien dijo que se permitiera la reelección de Alito--, junto con Felipe Calderón?

¿Qué tanto afectará el ajedrez político nacional la jugada del dirigente priísta?

Ya hay dos bandos. Decían los viejos que los pleitos ni ganados son buenos o que las causas son dos: por amor o por dinero. Si Moreno ya es millonario o quiere seguir siéndolo, no hay que ir muy lejos para descubrir a quien declarará su amor.

Si volteamos al PAN, que no hace malos quesos, la reelección disfrazada se da por un hecho en la figura de Jorge Romero –hombre de todas las confianzas de Marko Cortés--, en quien se apoyan como línea dictada la mayoría de los dirigentes estatales para seguir al frente de sus comités directivos como ocurre con Gildardo Real en el caso de Sonora que por octubre o noviembre repetirá en el cargo.

A diferencia del PRI, en el PAN se conformó una comisión electoral para acallar las voces de la disidencia y dictaminar el camino a seguir, pero si tomamos en cuenta que el trabajo de conformación de grupos de trabajo de Marko tiene seis años, se acorta la posibilidad de los aspirantes contrarios: Adriana Dávila y Damián Zepeda que recibirán reflectores, pero su lapso de actuación es corto para transformar inercias.

Incluso, dentro del PAN se maneja la oportunidad de anexarse el control de la marea rosa que forma parte del Frente Cívico Nacional, sin embargo, su dirigente Guadalupe Acosta Naranjo pintó su raya y hablo de separación al mencionar que realizarán una consulta nacional para preguntar a la gente si quiere que la organización se convierta en partido político lo que les tomará unos tres meses como mínimo… Y no se ve la figura de Xóchitl Gálvez en el firmamento.

El PRD ya dejó se ser noticia, aunque no han perdido su registro en algunos estados y municipios, pero prácticamente para el próximo período electoral desaparecerá por completo y no se ven manos que quieran rescatarlo.

Hay que recordar que la noticia como tal en nuestro país tarda cinco días para disgregarse, solidificarse y causar reacciones fuertes, en el inter se publicarán reacciones, pero habrá que esperar al jueves o viernes para observar las primeras consecuencias y acciones ante las decisiones que se han tomado, sobre todo en el PRI.

¿Qué va a pasar?

Bien dicen que el dolor más fuerte es la muerte de un hijo y se dobletea al ser suicidio, pero hay otro que también es grave pero menos puntilloso que es sentir el fracaso que viene cargado de decepción, ilusiones rotas, desesperanza y miedo ante el futuro poco esperanzador que es la antesala de acciones funestas. Trágico, pero así es.

Este sentimiento coloca a partidos pequeños como Movimiento Ciudadano principalmente, en posibles depositarios de elementos ya formados a los que poco hay que invertirles, aunque claro, los dueños del naranja deben sopesar los riesgos que significa abrirles la puerta.

Empezar un nuevo partido, además de tedioso, es luchar cuesta arriba contra el gobierno (en Sonora vimos el ejemplo del partido Vamos de Norberto Barraza que debió, pero no logró concretarse a diferencia del Partido Sonorense afín al gobernador Alfonso Durazo) y su promoción es costosa.

Son pocos quienes quieren empezar de cero. Lo más viable es mejorar la cabeza para que el cuerpo responda ante los avatares presentes y futuros y esa ilusión es lo que destruyó Alito con su ambición cantada y preparada desde días atrás.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios impresos y electrónicos, cuenta con Licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y es doctorante en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…

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