Sheinbaum, nada fácil
NO ES LA PRIMERA VEZ que un abogado denosta contra un presidente de México. Le ocurrió a López Obrador cuando el 14 de febrero de 2023, el abogado defensor de García Luna, César de Castro, sugirió en el juicio que Amlo había recibido dinero del crimen organizado.
El expresidente consideró entonces estas acusaciones falsas y perjudiciales para su honor y reputación. Pero para agosto anunció que, tras consultar a sus abogados, concluyó que las leyes estadounidenses protegen a los litigantes en el ejercicio de su profesión, lo que dificultaría una acción legal exitosa. En lugar de la demanda, envió una carta a De Castro refutando las acusaciones.
Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio y de su papá, cuya reciente historia es conocida, todo indica que será demandado por difamación, daño moral y afectaciones a la honra por Sheinbaum.
¿Qué tan lejos puede llegar?
Primero.- En EU la Primera Enmienda ofrece una amplia protección a la libertad de expresión. Como figura pública, Sheinbaum debe demostrar “malicia real” (que Lichtman sabía que sus declaraciones eran falsas o actuó con desprecio temerario por la verdad) para que una demanda por difamación prospere en EE. UU. Este estándar, establecido en New York Times v. Sullivan (1964), es extremadamente difícil de cumplir, lo que protege a Lichtman si el caso se litiga en su país.
Segundo.- A su vez le favorece el aspecto de jurisdicción pues las declaraciones las hizo en Chicago y reside en Nueva York, lo que dificulta que un fallo mexicano por daño moral sea ejecutable en EU al no existir un tratado de reciprocidad legal con lo que podría evitar sanciones económicas o legales al no tener activos o presencia significativa en México.
Tercero.- Todo indica que generó un foco de atención para beneficiar la defensa de Ovidio Guzmán /como estrategia) al posicionarlo como víctima de un sistema corrupto. Este enfoque le permite mantener la narrativa en los titulares, como ya lo hizo en casos de alto perfil como el de “El Chapo” de quien también es abogado y por lo cual se espera una segunda parte de declaraciones fuertes vía Fox News con quien está negociando una entrevista. Todo indica que quiere que lo demanden para que escale su mensaje.
Cuarto.- Lichtman mencionó la exoneración del general Salvador Cienfuegos como ejemplo de presunta corrupción. Si aporta pruebas o testigos que cuestionen la decisión mexicana, podría justificar sus comentarios como parte de una crítica fundamentada, fortaleciendo su posición mediática, aunque no necesariamente legal.
Aunque Sheinbaum ha pedido a la FGR aclarar la inocencia del general, cualquier evidencia o narrativa que Lichtman aporte para cuestionar esa exoneración podría complicar el caso, fortaleciendo su posición mediática y debilitando la de Sheinbaum, especialmente si el tema genera dudas en la opinión pública.
Quinto.- Las acusaciones de Lichtman, que vinculan a Sheinbaum con el crimen organizado al llamarla “brazo de relaciones públicas” de un cártel, carecen de pruebas públicas verificables. En un tribunal mexicano, donde el estándar para daño moral es menos exigente que en EU, esta ausencia de evidencia debilita su posición y podría llevar a un fallo en su contra.
Sexto.- Los tribunales mexicanos podrían considerar las declaraciones de Lichtman como un ataque directo a la investidura presidencial, aumentando las probabilidades de un fallo favorable a Sheinbaum, que bien pudieran afectar su reputación y limitar su capacidad para trabajar en casos futuros relacionados con México.
De ser declarado culpable podría complicar su situación si tiene activos, vínculos comerciales o planea viajar a México, aunque la ejecución práctica sería difícil, aunque el riesgo existe.
Séptimo.- El contexto político en México, donde la investidura presidencial es un símbolo de soberanía, podría generar una fuerte reacción institucional y social contra Lichtman pero más sobre Sheinbaum y su papel de “defensora de la dignidad nacional” sobre todo en un marco internacional al ser rebasado el aspecto legal por el mediático.
Octavo.- En México la demanda de Sheinbaum por afectación de su honra la ganaría de calle pues las declaraciones atacan directamente la integridad de la presidenta. La Consejería Jurídica de la Presidencia, liderada por Ernestina Godoy, tiene experiencia en casos de daño moral y está bien posicionada para construir un caso sólido. Además, la FGR le respaldó calificándolas de “injustas e irresponsables”, lo que refuerza su posición con el peso de las instituciones mexicanas.
La demanda permitiría a Sheinbaum proyectar mayor fortaleza en las encuestas y defender la imagen de su gobierno en un contexto donde el narcotráfico es un tema sensible capitalizando el caso para reforzar su apoyo entre los mexicanos, presentándose como una líder que no tolera ataques extranjeros.
Noveno.- Sin embargo, en lo legal cualquier victoria de Sheinbaum podría ser simbólica, ya que Lichtman podría ignorar las sanciones. Si el caso se trasladara a tribunales estadounidenses (aunque es improbable), Sheinbaum enfrentaría el estándar de “malicia real” y debería probar que Lichtman actuó sabiendo que sus declaraciones eran falsas o con desprecio temerario por la verdad, un umbral casi imposible de alcanzar en EU donde la libertad de expresión tiene prioridad.
Décimo.- También Sheinbaum corre el riesgo de ser percibida por medios internacionales como una censuradora de la libertad de expresión al buscar silenciar críticas legítimas lo cual pudiera interpretarse como una reacción exagerada y el caso pudiera irse a buen tiempo prolongando el debate sobre el narcotráfico y la corrupción, temas que Sheinbaum preferiría no destacar.
El caso es tanto una batalla legal como una maniobra política, y su éxito dependerá de cómo se gestione la narrativa pública y las pruebas presentadas, especialmente en torno al caso del general Cienfuegos -acusado en EU como cómplice de narcos--, quien luego de ser entregado en México se le declaró cien por ciento inocente.
Sheinbaum no la tiene fácil, igual que Amlo en su momento, pero quien hizo una retirada estratégica la cual no parece estar en el librito de la presidenta. Y el abogado Lichtman no es una perita en dulce.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com
Twitter: @Archivoconfiden
https://www.facebook.com/armando.vazquez.3304