”Tranquilos, no pasa nada”: Amlo

2024-09-13 | Armando Vásquez A. | Columna Archivo Confidencial
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EL 15 DE SEPTIEMBRE de 2008, en plena celebración multitudinaria del Grito de Independencia, dos granadas de fragmentación estallaron en el centro de Morelia, Michoacán, estado donde inició la lucha contra el narco por parte del entonces Felipe Calderón. Fue el primer atentado terrorista en el país, dejó ocho muertos y 132 heridos, más de 20 de gravedad. La Fiscalía Federal capturó a tres presuntos autores en los días subsecuentes, quienes se reconocieron como integrantes del Cártel de Los Zetas.

En nuestro país, cualquier mexicano con un arma en la mano puede causar una tragedia. Todos sabemos que las demandas contra las armadoras de EU no fueron por su venta al crimen organizado, --quienes no necesitan a esos proveedores legales--, sino que les pusieron una detente para que no caigan en manos de ciudadanos que las compran para su defensa personal y de su hogar.

Mientras en el país se preparan para el día del grito, en Sinaloa y Nuevo León, ya fue cancelado en las capitales y otros municipios, ante la violencia desatada.

En el caso de Sinaloa el pleito entre los carteles de los chapitos y del mayo Zambada arroja en cuatro días doce muertos, 11 heridos, 20 desaparecidos y 31 autos robados así como una treintena de autos de carga y camiones incendiados por ello en la capital los negocios cerraron, también las escuelas, Culiacán luce abandonado y hasta conciertos están en duda como el de Luis Miguel programado para el viernes 27, que, por cierto, tres días antes cantará en Hermosillo.

A tanto ha llegado esa batalla entre ambos bandos que ni los soldados o guardias nacionales se han metido a cumplir su trabajo y los balazos ya se realizan en un municipio, ya en otro, las carreteras son zona de guerra y para acabarla de amolar, se maneja que esa movilidad de enfrentamientos poco a poco se acerca a Sonora. Ello con independencia de los encontronazos que se cargan en Caborca y Obregón.

Aunado a lo anterior se ha estado manejando que para el próximo miércoles habrá una requisa contra el poder judicial. Es decir, las fuerzas armadas y policiacas tomarán por asalto los edificios que corresponden a la SCJN y todos aquellos espacios en el resto de los estados, quesque para imponer orden y acabar con las manifestaciones que ayer supuestamente terminaron y se espera que este próximo domingo se públique la ley en el DOF ad hoc al día del grito en Palacio Nacional. Esto causará zozobra por la violencia impregnada.

La inseguridad a su vez, empezó a trastocar el ámbito de los comercios cuyo pago de piso está extendido en pequeños y medianos, pero no a escalas mayores, acción que ya empezó ayer pues en Morelos, tanto la Coca Cola como Aurrerá decidieron cerrar sus puertas y abandonar el Estado ante el clima de violencia que han padecido. Incluso se maneja que por no pagar les han secuestrado trabajadores quienes al día de hoy no aparecen.

Los líderes de las cámaras empresariales ya pusieron el grito en el cielo, pero no les hacen caso. El gobernador suplente les dijo que no se preocuparan, que la inseguridad sería atendida. Por lo pronto esas empresas cerraron sus puertas y todo indica que las fichas de dominó empezarán a caer.

Por otra parte, los Estados Unidos advirtieron a sus ciudadanos no viajar a 30 estados de México debido a riesgos de crimen y secuestro según la actualización del miércoles. Los únicos seguros son Campeche y Yucatán.

A su vez y días antes de terminar su mandato, López Obrador junto con Claudia Sheinbaum, realizarán una última gira empezando por Sonora el viernes 27 donde se reunirá con los pueblos yaquis, al siguiente en Sinaloa (peligroso que anden juntos, pero, en fin) y Nayarit, para finalizar el domingo en Chetumal, Quintana Roo.

Y si todo esto lo aderezamos con lo ardido que andan los trabajadores del poder judicial, así como los estudiantes universitarios, junto con los hechos violentos impulsados por los narcos, los paros en carreteras, el abandono de pueblos enteros, como ocurre también en Sonora, más lo que se acumule, nos genera una tormenta que da qué pensar. Al igual como el macro evento que realizará Claudia Sheinbaum en el zócalo para festejar su triunfo y el supuesto adiós a López Obrador el próximo primero de octubre.

Los asesinatos continúan como el del alcalde electo de San Felipe Xochitepec, Puebla, así como funcionarios de otros estados. Y sin detenidos. No hay quien detenga ese tipo de atentados y otros contra personas inocentes.

Además, gracias al continuismo presidencial, no se siente que con un nuevo período se presenten alternativas de mejora como antaño, al contrario, van a sobrar abrazos y por supuesto que balazos. De allí el estrés social que vivimos y no nos merecemos.

Como dijo López Obrador en una de sus mañaneras luego de reírse de las matanzas, “tranquilos que no pasa nada, todo está en calma”. Abrácense, como diría con el coronavirus.

EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                                                                                                                                                                                  

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