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“Ya no aguanto”: Romo

2020-12-03 | Armando Vásquez A. | Sección:

COMO CEREZA en el pastel se puede observar la renuncia de Alfonso Romo a la jefatura de la Oficina de Presidencia. Me imagino que lo hizo este miércoles para no opacar el “brillo” del informe de labores de un Amlo quien fue atajado noticiosamente al pasar a segundo término su mensaje por dos años de gobierno.

Van más de una veintena de hoy ex funcionarios del gabinete que le han renunciado. Impresiona el número de aquellos que estaban en el círculo rojo. Tanta renuncia ni es normal y mucho menos coyuntural pues hay un caminito que siguieron todos mediante el envío de mensajes indirectos que posteriormente hicieron directos a través de cartas o posiciones justificativas una vez que tomaron la decisión de bajarse del barco.

Romo no fue la excepción. El pasado 19 de noviembre dijo: “No podemos manejar un país que está decreciendo a 9%, como si estuviéramos creciendo a 9%”, durante la inauguración de la XLII Convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. https://bit.ly/2JCr60P

Así como él, hubo otros titulares –Hacienda, Imss, Semarnat, SCT, etcétera—que manejaron pues un mensaje a López Obrador quien hizo mutis y los dejó ir. De hecho, la petición de Amlo a tener “lealtad a ciegas” hacía la 4T que él encabeza, https://bit.ly/3lAdfp1 tiene con esta renuncia –de seguro vendrán otras en estos meses--, una muesca más en el patíbulo que se ha convertido el gabinete presidencial.

El qué del porqué de dicha renuncia la explicaron muy bien el mero día de los hechos dos columnistas de El Universal.

Raúl Rodríguez Cortés https://bit.ly/3mBjhqv señala que se menciona para sustituirlo a Lázaro Cárdenas Batel, hoy jefe de asesores de AMLO. Y que Romo ya dejaba notar su incomodidad porque se le bloqueaba, se le impedía ser el interlocutor entre el presidente y los funcionarios del gabinete. Lo tenían de florero y ocurrió desde el principio cuando él había asegurado que continuaría el proyecto del aeropuerto de Texcoco cuya historia es muy conocida.

Romo, como enlace con los empresarios vio su figura desdibujada con proyectos en manos relacionados con Energía, CFE y Pemex pues lo encajonaron y lo último, la cancelación del outsourcing fue la gota que derramó el vaso pues la fuerza empresarial se dio cuenta que no servía de enlace ante un Amlo que ya no lo escuchaba. Su frustración la sacó a flote con aquello del decrecimiento del 9 por ciento.

Claro, aprovechó su posición de poder para reforzar asuntos particulares como el de la empresa Enerall que obtuvo concesiones para explotar acuíferos de uso agrícola en la península de Yucatán, su presunta participación en el programa de reforestación “Sembrando Vida” y sus negocios con trasnacionales de alimentos transgénicos.

Por su parte el columnista Mario Maldonado https://bit.ly/2VrtHNA menciona también la llegada con el pie izquierdo de Romo al gabinete por aquello del aeropuerto de Texcoco, y le suma otras causas:

La eliminación de las rondas de hidrocarburos y las subastas eléctricas, la renegociación de los contratos de gasoductos, la refinería de Dos Bocas, la cancelación de una planta cervecera de la estadounidense Constellation Brands, la confiscación de los fideicomisos públicos, las señales erráticas hacia los inversionistas, el manejo de la política económica frente a la crisis sanitaria y radicalización del gobierno frente al tema del outsourcing.

Se informa que Romo quería irse desde marzo cuando sus amigos colocados en diversos cargos empezaron la escalada de renuncias. Su calidad de florero lo tenía ante Amlo debajo de Julio Scherer, Marcelo Ebrard e incluso el hijo de AMLO, Andrés Manuel López Beltrán y su amigo Carlos Torres, secretario técnico del gabinete. El 20 de noviembre Romo dijo que estaba harto de la 4T: “Ya no aguanto”, tres palabras que le dijo a Amlo la noche del informe y quien le aceptó su renuncia.

A mediados de agosto, durante la Asamblea Nacional de la Cámara de la Industria de la Transformación, criticó Romo la política energética del gobierno y la incertidumbre que genera a la inversión privada la falta de Estado de Derecho. Ahí, recordó que durante la visita de Amlo a Washington, los empresarios estadounidenses le dijeron: “Poncho, solamente queremos recordarte que para que haya un éxito rotundo en la relación comercial y en hacer una América fuerte, hay tres palabras que quiero que se lleven de mensaje: honren los contratos”.

Con esta dimisión y concuerdo con ambos columnistas, se rompe la liga con el sector empresarial. El modelo comunistoide de López Obrador y sus acciones que continúan destrozando instituciones seguirá sin el minúsculo contrapeso que significaba Alfonso Romo cuyo pensamiento de empresario tiene otra connotación muy diferente al de un presidente que nunca trabajó ni generó empleos, por lo que no dudamos que se pase al bando de los críticos de las andanzas y ocurrencias del presidente y de quienes le siguen pues Romo no es de los personajes que se van a su casa a empollar el huevo.

Y si, íbamos mal, éramos muchos y parió la abuela.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones… Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente. Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com Twitter: @Archivoconfiden

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