Una vía de escape…

2025-01-31 | Armando Vásquez A. | Columna Archivo Confidencial
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HAY QUIENES SEÑALAN que Trump no va a imponer los famosos aranceles del 25% a México este primero de febrero, entre ellos la presidenta Sheinbaum. Entre los argumentos para sustentar esta hipótesis es que se pegaría un balazo en el pie, toda vez que representaría un incremento a los productos enviados y en consecuencia aumentarían de precio provocando una inflación innecesaria pues es muy difícil competir contra la preferencia del mercado.

El detalle es la forma cómo lo señala la presidenta en sus mañaneras y lo enfatiza con tal seguridad que sin duda le está pisando la cola al tigre lo cual de alguna manera enyerba al presidente gringo a quien no le deja espacio para bajarle una o dos rayitas al tema. ¿Por qué?

Veamos.

Hay señales como la del secretario de comercio de EU, Howard Lutnick, quien dijo el miércoles que los primeros aranceles a México y Canadá no se aplicarán si se toman las medidas necesarias para frenar el tráfico de drogas y de inmigrantes, pero la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que las medidas seguirían como lo dijo su presidente.

En el caso de México se ha manejado que las principales afectaciones serían en aumentos al sector automotriz, acero, aluminio, vegetales, frutas y parte de la industria eléctrica principalmente porque las exportaciones representan aproximadamente el 40 por ciento del PIB con alrededor del 80 por ciento que se destina a Estados Unidos. Se maneja también que habrá otra tanda de impuestos que se decidirán a finales de marzo o a más tardar en abril.

Entre quienes establecen que es una situación mediática recuerdan que esta propuesta la hizo durante su primera administración y no lo hizo. Buscaba aumentar la capacidad manufacturera interna a través de un impulso de compra estadounidense y generar ingresos para el Gobierno. Quiso y no pudo regresar a las compañías fabricantes de autos a tierra gringa pero no lo logró porque les toma cuatro años, logísticamente, cambiar de lugar.

Su otro argumento.

En ese detalle de inmigración, conocido es que EU no cuenta con la capacidad para regresar a los millones de indocumentados lo cual se observa como una estrategia mediática toda vez que los funcionarios principales encabezan, por ejemplo, racias que son televisadas cuando en ocasiones anteriores no participaban públicamente.

El mensaje al mundo es que no pretendan inmigrar a EU porque los están atrapando en las calles, hogares y trabajos de tal manera que busca reducir las intenciones de emigrar y generar tal miedo que minimicen ese trasiego humano.

Se ha informado que el gobierno de México colocó a 30 mil elementos de la guardia nacional para evitar en la frontera sur la incursión de inmigrantes, información que la presidenta no ha corroborado hasta el momento. De ser así, estaría cumpliendo con una de las predicas de Trump. Sin embargo, sigue terco.

Trump maneja su gobierno desde un punto de vista ideológico. Logró que en Canadá se preferenciara a los conservadores por sobre los liberales que encabeza Trudeau quien renunció al liderazgo del partido liberal. Todo con saliva.

Pero no es lo mismo con México donde deberá tejer más fino. Busca sin duda generar inestabilidad política y Sheinbaum trata de ponerlo en evidencia pidiendo, sin duda, el foco internacional amenazando con China como plan b al cual exporta el once por ciento de su producción. Es una estrategia muy arriesgada toda vez que se requiere más de una década para cambiar de preferencias comerciales.

Durante el primer mandato de Trump la manufactura mexicana creció gracias a la mano de obra barata y del T-MEC, que entró en vigor en julio de 2020 y que ahora Trump piensa destruir al pretender renegociarlo lo antes posible. Ya se sabe que va con todo lo que huela a China, pero esa perspectiva se observa como una justificación de su actuar, más que una guerra comercial en esa lucha por la supremacía mundial. Agregar un arancel cada vez que un producto cruza la frontera estadounidense, terminado o no, encarecería demasiado la red de suministro y provocaría que hasta as fábricas podrían detener la producción.

Y sí, su decisión de mañana impactará a México, Lo puede elevar o hundir, pero, aun y cuando los analistas establezcan que su incremento conduciría a una caída del 4.1 por ciento del PIB (tanto en Canadá como en México), hay otros que establecen que afectaría sobremanera a los tres países en conjunto toda vez que el PIB de EU sería alrededor de 200 mmdd menor de lo que habría sido sin los aranceles, según los investigadores de tal forma que Canadá perdería 100 mmdd y en su punto máximo, el arancel reduciría en un dos por ciento la tasa de crecimiento de México.

El pensamiento financiero de Trump y las circunstancias que le rodean, por lógica establecen que no aumentará aranceles. Pero, como en la cacería de leones, se le tiene que dejar un espacio o vía de escape en caso de que se falle el tiro. Sheinbaum aun no lo entiende.

EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                                                                                                                                                                                  

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