Papa admite "graves errores" en escándalos de abusos sexuales
Durante su visita en enero, Francisco pidió perdón por los abusos sexuales de curas a menores, pero su disculpa perdió fuerza
Por: El Debate
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PUNTA DE TRALCA, Chile (AP) — El papa Francisco admitió que cometió “errores graves” al evaluar el escándalo de los abusos sexuales perpetrados por un clérigo católico en Chile y convocó a los 32 obispos del país sudamericano a Roma.
Francisco envió una inesperada carta a los purpurados chilenos reunidos en su asamblea anual en Punta de Tralca --balneario ubicado a 120 kilómetros al noroeste de Santiago--, en la que resumió aspectos de su visita a Chile.
He incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada, dijo en un párrafo de la misiva que los obispos recibieron el martes.
Agregó que “desde ya pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo también personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”.
Francisco aludía a los 69 testimonios que Scicluna y el reverendo Jordi Bertomeu reunieron en Nueva York y Santiago sobre el obispo de Osorno, Juan Barros, acusado por víctimas de encubrir al cura Fernando Karadima, expulsado del sacerdocio por abuso sexual de menores y sentenciado en 2011 a una vida de penitencia y oración.
Durante la visita a Chile el pontífice trató a las víctimas públicas de Karadima de calumniadores y aseveró que nunca se habían acercado a él para aportarle pruebas o testimonios contra Barros.
Una investigación demostró que una carta sobre las agresiones sexuales sufridas a manos de Karadima por el periodista Juan Carlos Cruz fue entregada a Francisco en 2015, quien describe que Barros presenció en varias ocasiones los abusos.
Pese a la insistencia de las víctimas y de algunos obispos, el papa decidió nombrar a Barros en la diócesis de Osorno, donde ha enfrentado descontento de parte de los laicos de esa ciudad, a quienes ha desestimado.
Durante su visita en enero, Francisco pidió perdón por los abusos sexuales de curas a menores, pero su disculpa perdió fuerza cuando defendió ardorosamente a Barros, afirmó que no había pruebas en su contra y los calificó de calumniadores.
Francisco afirma en su carta que Scicluna le relató que todos los testimonies recogidos “hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”.
Añadió que Scicluna y su asesor Jordi Bertomeu, funcionario de la Congregación de la Doctrina de la Fe, “reconocieron ante mí haberse sentido abrumados por el dolor de tantas víctimas de graves abusos de conciencia y de poder y, en particular, de los abusos sexuales cometidos por diversos consagrados de vuestro país contra menores de edad, aquellos a los que se les negó a destiempo e incluso les robaron la inocencia”.
Esta nota incluye información de: AP