¿Felicidad o masoquismo?

Por: Feliciano J. Espriella

No lo podía creer ayer en la mañana al leer la nota ¿México el cuarto país más feliz del mundo? Pues parece que eso es lo que opinan mil mexicanos de ambos sexos a quienes se les encuesto al respecto.

Islas Fiji es el país más feliz del mundo, seguido de Colombia, Filipinas, México y Vietnam, según la 41 Encuesta Anual Global publicada por Gallup International y que analizó el periodo comprendido entre octubre y diciembre de 2017.

Ninguna de estas naciones está considerada entre las más poderosas en el plano económico ni sus habitantes entre los que tienen los más altos niveles de ingresos per cápita. Ello demuestra que la felicidad de las personas no está en función de sus ingresos, y al parecer, ni siquiera de la calidad de vida en términos de confort, seguridad, servicios de salud, esperanza de vida y algunos otros satisfactores similares.

El estudio de Gallup International detalló también que los países "más infelices" son, en su orden, Irán, Irak, Ucrania, Grecia, Moldavia, Brasil, Hong Kong, Suráfrica, Turquía y Ghana.

Los resultados globales indican que un 59 % de los consultados mexicanos dijo sentirse feliz, mientras el 28 % se consideró neutral, el 11 % infeliz y el 2 % no supieron o no contestaron.

En lo que respecta al optimismo económico, el 28 % fue optimista sobre lo que será este 2018, al tiempo que un 30 % se declaró pesimista, un 36 % fue neutral y el restante 6 % no respondió.

Finalmente, el índice de esperanza determinó que el 39 % cree que este año será mejor que 2017, un 23 % peor, el 32 % se manifestó neutral y el 6 % no supo qué opinar.

El nivel de confianza de esta consulta es del 95 %.

Actitud ante la vida

Resulta alentador el optimismo y la actitud ante la vida de la población mexicana, considerando que se realizó en un año plagado de adversidades, contratiempos, calamidades, desastres y lleno de incertidumbres sobre el futuro.

Tal vez esa actitud ante la vida es lo que nos permite seguir adelante a pesar de todo y de todos aquellos que ven a la sociedad como carne de cañón para explotar y expoliar en su beneficio personal.

¿O será tal vez producto del importamadrismo que también está muy arraigado entre una enorme cantidad de compatriotas y que de alguna manera nos define?

Quién sabe, pero en última instancia, una sociedad feliz debería ser una sociedad que respeta y defiende los valores, al prójimo, a su familia, a su patria y, en especial, a sus gobernantes. Pero en México eso no lo vemos ¿No será que los encuestados, como en muchas otras situaciones similares, respondieron sobre sus anhelos y no sobre sus realidades?

Última semana de indefiniciones

Si no es en esta semana, a más tardar el próximo lunes deberán renunciar a sus puestos los funcionarios públicos que aspiran a contender en las elecciones del próximo 01 de julio.

Mientras tanto la lluvia de nombres sigue en todo su apogeo y seguirá en tanto no empiecen a llegar las renuncias hasta la oficina más refrigerada de palacio. Ello e cuanto a los candidatos del PRI, naturalmente, las de los otros partidos es aún más enigmática.

De hecho, la única posición en la que se puede presumir y armar más o menos un cuadro de contendientes es la presidencia municipal de Hermosillo, para la cual, Ernesto de Lucas Hopkins, aún secretario de Educación irá por el PRI, Carlos León García por Movimiento Ciudadano y Mirna Rea de López por el PAN.

Aunque en el caso de Mirna me parece que todavía hay un par de panistas que pretenden sentarla para ser ellos los designados. Sin embargo, la única que podría hacerle sombra al candidato del PRI es la Dama de Hierro, como también se le conoce. Los otros dos no le servirían ni de sparrings y ya lo deberían tener muy claro.

Héctor Larios evidentemente gastó una fortuna con el pretexto de su informe como Senador que le sirvió para maldita la cosa. Simple y sencillamente no logró penetrar en el ánimo de los electores hermosillenses.

Y en cuanto a Javier Neblina, alguien le debía de abrir los ojos para que se diera cuenta del patético papel que refleja con el cuento de los tardíos obsequios de alarmas. Si la diputación federal apenas la ganó frente a un pésimo candidato como lo fue Gustavo Claussen ¿De dónde sacará que tendría posibilidades de ganar la alcaldía?

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.