Obispos y curas insisten: urge otro plan anticrimen

Oración por la Paz. “Siempre está latente la tentación de querer culpar a terceras personas”, dice el obispo Andrés García

MILENIO

GRACIELA OLVERA

Cuartoscuro

Ciudad de México

Al iniciar la Jornada de Oración por la Paz, obispos y sacerdotes insistieron en la necesidad de cambiar la estrategia federal de seguridad, al tiempo que llamaron a efectuar un diálogo, ya que “hoy es el momento de actuar” para acabar con la violencia.

En la Basílica de Guadalupe, Andrés Luis García Jasso, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, advirtió que “siempre está latente la tentación de querer responsabilizar a terceras personas y no asumir nuestra propia responsabilidad como ciudadanos, sociedad y como Iglesia”.

Por ello, llamó a que “no nos acostumbremos a estos escenarios de muertos y desaparecidos, sigamos indignándonos cada que tenemos noticias de esta índole y, sobre todo, sigamos orando por la paz”.

En la Estela de Luz, sobre Paseo de la Reforma, decenas de jesuitas, religiosos, laicos y activistas exigieron justicia por el asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar en Cerocahui, Chihuahua.

“Hoy nos tocó a los jesuitas traer a nuestros muertos a este lugar, muertes que se unen a tantas que suceden en el país”, lamentó el sacerdote Jorge Atilano.

En entrevista con MILENIO, subrayó: “Creemos que la violencia la podemos atender en un diálogo entre todos. Esto no lo va a poder atender un solo personaje. Es un diálogo entre gobierno, Iglesia, sociedad civil, académicos y así encontraremos soluciones”.

En Morelos, Ramón Castro Castro, obispo de la diócesis de Cuernavaca, afirmó que “México está herido y moribundo” a causa de la violencia, la muerte y la impunidad en la que se mueve el crimen organizado.

Subrayó que la crisis de sangre que enfrenta el país obligó a la Iglesia católica y a otras iglesias a unirse “como nunca antes en la historia” para exigir un cambio de estrategia contra la inseguridad y la delincuencia, “una que sea efectiva”, acotó.

El también secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano añadió en su homilía: “Nos preocupa esta creciente violencia. El crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de todos y nuestras actividades productivas”.

En tanto, Domingo Díaz Martínez, arzobispo de Tulancingo, manifestó: “Si no nos funciona y no atiende los objetivos”, hay que cambiar la estrategia y buscar vivir en paz.

Semejante petición la hicieron los curas y prelados en templos de otros 23 estados, que recorrió MILENIO.

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