Rápido avance de Lilly…

EN JULIO DEL año pasado, Amlo destapó a quienes llamó sus “corcholatas”. Claudia Sheinbaum, su favorita, Marcelo Ebrard el favorito del público y ahora Adán Augusto López (con mínimo porcentaje estándar no mayor al 16%) surge como el plan B. De Ricardo Monreal y otros, pues háganlos a un lado.

El hecho es que tanto Claudia como Ebrard se han mantenido en las preferencias del gran elector y su carrera es de desgaste. Realmente, al frente, no tienen contrincantes en las encuestas pues la intromisión de Luis Donaldo Colosio desde principios de diciembre del año pasado para acá le acarreó también una carga negativa empezando por su edad, así como que las presidencias municipales son tumbas políticas y su declaración de que no dejará la alcaldía de Monterrey por una aventura que se localiza más cercana a la derrota.

Eso sí, sobran las opiniones que le colocan como contendiente y muy posible ganador en el 2030 cuando cuente con 42 años de edad, maduro pues en los enjuagues que llaman política y con equipo de apoyo y juego de mercadotecnia previa.

Por el lado del PRI la figura de su dirigente nacional, Alejandro Moreno, trata de sobresalir por encima del resto, pero se confunden y tropiezan sus palabras pues no se sabe si lo que dice es como precandidato presidencial o como dirigente nacional del tricolor. Su imagen está desenfocada, amén de que no se ha podido quitar aquella aseveración de “Amlito”.

En el caso de Alfredo del Mazo, el gobernador del Estado de México, su imagen en las encuestas se fortalece no solamente por los diferentes grupos políticos y empresariales que lo arropan --los industriales de su estado son los más poderosos del país--, sino por tres detalles: es de los pocos que vencieron a Morena en la intermedia al ganar en 50 de 125 municipios y arrebatarle una treintema, asimismo obtuvo una buena cauda de legisladores federales y claro, gobierna una entidad que cuenta con la fortaleza al contabilizar siete millones de votantes.

El otro sonante es Enrique de la Madrid Cordero quien tiene dos años haciendo campaña con perfil bajo. Hay un cuarto que aparece en algunas encuestas y es el sonorense Manlio Fabio Beltrones, aunque hay quienes lo desdeñan y creen que su tiempo ya pasó.

En el caso del PAN, hasta finales de este febrero prevalecían los nombres de Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Marko Cortés, Diego Sinhue, Francisco Vila, Javier García Cabeza de Vaca y Francisco Domínguez. A principio de marzo –escasas tres semanas--, Marko incrustó los nombres de Santiago Creel y los sonorense Damián Zepeda y Lilly Téllez.

En los casos de Claudia y Ebrard se han confrontado sus equipos de batalla una y otra vez. Si bien el canciller le ha ganado por unos puntos a la regente en las encuestas, también lo es que el golpeteo contra su persona ha sido constante y los frenones se los ha puesto el mismo Amlo al involucrarlo en acontecimientos de importancia política con otros países como Panamá, España, Rusia y Estados Unidos.

En cuanto al PAN y la incursión de Lilly en la carrera presidencial, llama la atención que, en encuestas a público abierto, en el escaso mes, haya rebasado con dos puntos y medio a un Ricardo Anaya quien lleva poco más de tres años en la palestra. Eso sí, en encuestas directas al interior del PAN, Lilly va perdiendo con seis puntos de diferencia de Anaya. https://bit.ly/3NyZB4w

Hay una marcada diferencia entre la senadora y el resto de los sonantes: la mayoría, como Ricardo o Margarita ya toparon con techo y es difícil que crezcan más.

En el caso de Damián Zepeda, lo más seguro es que le tira al sol para pegarle a la luna pues carece junto con Anaya y otros más, con la pasión desbordante e impetuosa que se requiere para llamar la atención. Claro, además de coherencia en el hablar y exposición clara y contundente de las ideas en la oratoria.

Les falta pues la vivencia y la calle que en el caso de Lilly lo ha conseguido en décadas de periodista, característica que le encamina a señalar sus errores directamente a un Amlo que para nadie es un secreto que le tiene miedo y respeto al considerarla como la única que pudiera vencer a Sheinbaum.

Hemos sido testigos de la enjundia que derrama en sus discursos en la cámara de Senadores, videos y discursos que campean por las redes. Y otro punto, le han buscado cualquier pecado cometido para rebajarla como política, pero no han encontrado nada. Ya lo sabríamos.

Ahora bien, la senadora lleva buen paso y su estrategia busca posicionarse primero en el PAN para jugar la oportunidad de ser la candidata de unidad de los diferentes partidos en alianza. Es lógico. Pero hay un detalle, para mantener su trote debe enfocarse en tácticas brillantes y una de ellas es que tenga reuniones con los personajes más capaces de este país pues sin duda el 2024 será una contienda no de una sola persona, sino de un equipo, cuyos integrantes tendrían influencia (positiva o negativa), al momento de la votación.

Ya nos hemos equivocado algunas veces cuando dejamos que el ganador de la presidencia nombre a su gabinete y no podamos influir en esas decisiones de alta gama desde su campaña. Es hora de cambiar el tradicional modelo en esa importante toma de decisiones. Y es que llega cada lépero o ignorante e impreparado que asustan... Y de sustos, ya estuvo, ¿no?

EN FIN, POR hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…

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