Alguien cercano a usted morirá…

EL MES DE DICIEMBRE por lo general suele ser de relajamiento noticioso.

Todo gira en torno a la jauja que causan las fiestas que son tradicionales. Para dentro de diez días vienen las vacaciones. En vía de mientras vendrán las posadas, las perigrenaciones a la Virgen, Santaclós, el intercambio de regalos en familia. Las cenas navideñas. Y habrá mucho alcohol.

¿Coronavirus?

Todos sabemos que el contagiadero se propagará en esas reuniones familiares pues cuando se asiste al súper, en el camión o se sale de casa nos colocamos el cubrebocas, mantenemos la sana distancia y utilizamos gel antibacterial. Pero cuando la reunión es en familia eso lo olvidamos.

De allí qué, según los expertos, este diciembre viviremos un pico de contagio que en el caso de Sonora nos regresará a semáforo rojo en estos días. Todo se elevará en un 30 por ciento, más menos. En el caso estatal de los casi 45 mil infectados se elevará a 60 mil con lo cual se acabarán las camas de hospitales que al día de hoy están prácticamente saturadas.

Las defunciones en estos días pasarán de casi tres mil 500 a cinco mil. ¿Exagerados?, es cuestión de esperar 30 días más pues la gente infectada y no tratada a tiempo tarda máximo 21 días en fallecer.

Ya no hay cómo conseguir oxígeno. Las medicinas cada vez son más difíciles de adquirir. ¿Ivermectina?, ¿Azytromicen?, trate de conseguirlas, ya requieren receta médica.

Hermosillo es el colmo. En la capital mil cien hogares han sido enlutados. Hay más de 20 mil 500 personas infectados (nos iremos a 26 ó 27 mil en estos 30 días) y en consecuencia el número de fallecimientos subirá en la proporción mencionada, llegaremos a mil 300 o mil 400. ¿Vale la pena?

La contextualización de los números no falla, por eso insisto en que alguien cercano a usted o a mí, morirá, a lo mejor es un familiar.

A eso sume que diciembre y enero, desviejadero. Nuestros viejos son más proclives a enfermedades pues se les bajan las defensas con la depresión de estos días. Hay que cuidarlos, requieren sana distancia siempre. Esto es fuera del coronavirus. Usted lo sabe.

No sé usted, pero por lo pronto en mi casa abortamos el intercambio de regalos en la familia de mi esposa y en la mía. ¿Ya vio cómo están de atestados los negocios del centro de la ciudad que se ha convertido en zona cero?

Algo es algo.

Lo bueno es que se prohibió la asistencia o peregrinación al cerrito de la Virgen. Corra la voz. Estará cerrado.

Otra buena noticia es que conforme al programa Anticipa se limitaron los horarios en diferentes tipos de negocios… ¿preocupados por la economía?, pues si, pero en este tipo de disyuntiva más vale el cuidado de la vida humana por sobre todas las cosas.

A lo anterior falta aun que los gobiernos de los tres niveles se pongan las pilas y adelanten las vacaciones de los burócratas como lo hicieron en CDMX donde miles de funcionarios ya no están trabajando desde el pasado 7 de diciembre y regresarán el 15 de enero. https://bit.ly/3qzSai1

Eso les ayudará a detener la movilidad.

En Sonora, todo indica que empezarán las vacaciones allá por el 18 de diciembre. Esperemos que las adelanten. Hay que cerrar el changarro pues hemos visto que en algunas dependencias sobre todo de recaudación o pago de servicios, va aparejado al ingreso por aguinaldos.

Hay algo que ha fallado en la recaudación de impuestos, ¿por qué no otorgar mayores estímulos a quienes utilicen el internet para hacer sus pagos, como en su momento se hizo en administraciones pasadas?

Debemos entender también que aun y cuando llegue la famosa vacuna, la logística será muy difícil, además de la reticencia natural que habrá para aplicársela. Por ello lo mejor es no contagiarse.

Mientras todo esto pasa por su mente, habría que regresar a pequeños actos de caridad. La ropa de invierno que no utilice póngala por fuera de su casa, en el cerco, ya habrá quien la requiera y la recoja. Hay que regresar a aquella actividad de donar despensas a quienes menos tienen. Buscar de alguna manera que quien requiera alimento lo encuentre. Yo pienso hacerlo pues gobierno no puede hacerlo todo.

Ojalá la gente pudiera permanecer en sus casas. Ir y regresar a su chamba quienes puedan hacerlo sin interacción con extraños. Hay que denunciar al 911 las fiestas caseras donde no hay los cuidados debidos. Me ha tocado ver muchas de estas reuniones. No hay de otra más que denunciarlos.

Espero pues y confío en Dios que usted no se encuentre dentro de las estadísticas que se incrementarán a partir del momento en que esté leyendo esto.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones… Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente. Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com Twitter: @Archivoconfiden

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