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Reconocen relevancia histórica y cultural del patrimonio y de las comunidades de Álamos, Sonora

2020-12-05 | Tomado de internet | Sección: Te%20Recomendamos

La ceremonia simbólica se llevó a cabo el 4 de diciembre en el patio del palacio municipal,

04 diciembre de 2020, Álamos, Sonora. –En el marco de la conmemoración de los 20 años de la declaratoria como Zona de Monumentos Históricos de Álamos, el Ayuntamiento de ese municipio y el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sonora, reconocieron a distintas personas por su participación y contribución a la preservación del patrimonio cultural, así mismo a algunas edificaciones por conservar sus valores históricos, arquitectónicos y culturales que dan identidad a la región.

La ceremonia simbólica se llevó a cabo el 4 de diciembre en el patio del palacio municipal, bajo los protocolos de salud y sana distancia, con la presencia del Antrop. José Luis Perea González, director del Centro INAH Sonora, el Lic. Víctor Manuel Balderrama, presidente de Álamos, personas que recibieron reconocimientos y vía enlace de video, la Mtra. Valeria Valero Pie, Coordinadora Nacional de Monumentos Históricos del INAH, que emitió su participación.

Se reconocieron tres ámbitos importantes de todo este bagaje cultural, iniciando con el que refleja la conciencia, dedicación y colaboración por parte de alamenses, en la preservación de su patrimonio cultural; que trasmiten saberes, promueven cultura, son portadores de conocimiento, estudiosos y activos en esta salvaguardia.

Los reconocimientos fueron entregados en manos de los titulares del INAH Sonora y del Ayuntamiento, a: Jesús Antonio Estrada Cantúa como gestor cultural, Javier Arias, Ernesto “Chino” Moreno Gastelum y Nicolás Ramírez Ayala, como portadores culturales; Enrique Ibarra Álvarez como promotor, Servando Rojo Quintero y Sergio Antonio Valenzuela Escalante, por coordinar el estudio de la zona histórica, Juan Carlos Holguín Balderrama, como cronista municipal, así como a Elena Hernández Amaya y José Benjamín Anaya Rosas por su participación ciudadana. Por último, a la Ecol. Elvira Rojero Díaz, por su participación en la preservación natural de la región, reconocimiento póstumo, que recibió en su nombre, Violeta Guerrero Zayas.

Las comunidades del Uvalama y el Tezal fueron reconocidas por ser guardianas de los saberes de la tierra, productoras de materiales y portadoras del conocimiento, que preservan tradiciones y cultura de Álamos.

Por último, aludiendo al mérito sobre los valores del patrimonio cultural de los edificios que continúan preservando sus elementos arquitectónicos originales de la región, y que constituyen una parte importante de la historia de México y una parte fundamental de la historia de Álamos y los alamenses, es que se reconocieron a algunos monumentos históricos.

La Parroquia de la Purísima Concepción, los hoteles “Luz del Sol” y “los Portales”, así como las casas habitación “Zaragoza 30” y “Gato Negro”, la peluquería Álamos en Rosales 38, y el Mercado y el Palacio Municipal, como edificaciones que en conjunto son una expresión de temporalidad, identidad y memoria del siglo XVII al XX de la región.

Álamos representa en una de las ciudades más importantes en el noroeste de México por su cultura, arquitectura novohispana y riqueza histórica de más de tres siglos; que se fundó a finales del siglo XVII, como consecuencia del descubrimiento y explotación de ricos yacimientos mineros, contenidos en las entrañas de la Sierra de Álamos.

La zona de monumentos históricos en Álamos, fue decretada el 22 de noviembre del 2000, por el presidente Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León, debido a su riqueza histórica, cultural, natural, inmaterial y arquitectónica entre los siglos XVIII y XIX. Y constituye la única zona en Sonora, de las 60 que existen con declaratoria en todo México.

El Centro INAH Sonora y el H. Ayuntamiento de Álamos, refrendaron su compromiso de continuar trabajando en estrecha colaboración, para la preservación de la zona histórica, sus espacios públicos y su estructura urbana, que, en conjunto, son un testimonio de valor excepcional para la historia social, política y cultural de Sonora y de México.