AMLO manda mala señal durante gira de fin de semana

NIDO DE VÍBORAS

SSSSSSSS… A juzgar por el contenido y el sentido de los más recientes mensajes que le hemos escuchado al Presidente Andrés Manuel López Obrador, es muy desalentador confirmar cada vez que para el Jefe de esta Nación importan menos, muchísimo menos, la economía, la salud, la seguridad, las inversiones y los empleos, ante su obsesiva lucha contra sus adversarios políticos y por conservar sus índices de popularidad entre aquellos 32 millones de mexicanos que le dieron su voto en julio del 2018. A eso se reduce su función como Ejecutivo Federal.

Pero no es ese el Presidente que necesitamos los mexicanos, sino uno que aporte un mensaje en primer lugar que proyecte inteligencia, unidad, solidaridad, firmeza y decisión, capacidad para gobernar -no autoritarismo-, que sirva de fortaleza para los casi 130 millones de habitantes de este país, que vivimos momentos de incertidumbre ante la amenaza real del Coronavirus y que no sirvan solo de “sustento ideológico”-bastante pobre, vacío y ridículo por cierto- para sus acríticos partidarios.

Escuchar sus mensajes emitidos desde Bahía de Banderas, luego Tijuana y posteriormente en Culiacán el pasado fin de semana causan pena, desilusión y desesperanza. Esos pobres discursos son ya harto conocidos por todos y sin duda darán de qué hablar en los siguientes días.

Eso es lo que López Obrador busca: Reírse de sus adversarios, imponerles de manera astuta y perversa la agenda mediática, entreteniéndolos con tonterías.

Así queremos pensar -en el mejor de los casos-, pues de ser otros los motivos por los que en los 15 meses que tiene como Presidente de la República solo haya dado rienda suelta a sus caprichos y a satisfacer sus ansias de poder, entonces la situación es mucho más delicada para el país.

En el fin de semana pasado los momentos más preocupantes fueron la larga, inútil e insulsa plática que sostuvo con un indigente en uno de los pasajes de la sierra La Rumorosa, en baja California, en su camino de Tijuana a San Luis Río Colorado donde se aventó una perorata sin pies ni cabeza, para terminar con una aberrante comparación que solo trasluce su ignorancia sobre el tema de las energías limpias.

Y al siguiente día, en la visita que hizo a Badiraguato, Sinaloa, más allá del saludo respetuoso y amable que merece siempre una dama, desde luego; pero para muchos el Presidente se dirigió de forma “extrañamente cercana” a la señora madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Tampoco eso es de extrañar porque López Obrador así saluda a todo el mundo. Y no hay más qué agregar. Que nadie critique ese gesto. Lo ha tenido y seguirá teniendo, pues ese es su estilo.

Pero, ¿para qué abundar sobre el papel que representa para la figura del Presidente de México que haya ido hasta el enclave mismo del poderoso grupo criminal que muchos dicen aún lidera Guzmán Loera, casi casi a presentarle sus respetos? Ese es el punto.

Que eso lo haga cualquier mexicano común y corriente, un periodista invitado por ellos para hacer un reportaje, como los artistas de cine Sean Penn o Kate del Castillo, PERO NUNCA EL PRESIDENTE DE MÉXICO por las graves implicaciones que ello le trae a su figura.

Deben estar de fiesta por aquellos lares, sintiéndose los “meros meros petateros” y con sobrada razón. Cualquiera sintiera lo mismo. De hecho, lo son, para qué nos hacemos. Ellos son los jefes, al parecer.

En una palabra, es como si se hubiera repetido el “culiacanazo” por la forma en que se puso de tapete la figura presidencial. Ni más ni menos. En definitiva, una pésima señal la que mandó López Obrador durante su gira este fin de semana.

A ver con qué explicación resulta en la mañanera de este lunes, pues anoche dijo que estaba en huelga de declaraciones, a los chicos de la prensa en el Aeropuerto de la CDMX.

Pero, mire Usted: En estos momentos hasta los más estupidizados seguidores de López Obrador esperan de él o de su gobierno directrices claras y acciones concretas acerca de los apoyos que ya debieran estar entregando a cientos de miles de micros, pequeños y medianos comerciantes y productores ante el COVID19, que ya se les vino encima a estos ineptos, y que por su torpeza, tozudez y miopía, perdimos los mexicanos el lapso precioso de 30 días en los que se pudieron haber tomado todas las providencias contra la pandemia.

Es decir, ya López Obrador no cumple ni con las expectativas de sus más fieles seguidores, que todavía le deben de quedar como unos 15 millones; los otros 17 ya se han desilusionado en estos 15 meses porque NO les han cumplido con sus promesas de los Programas del Bienestar. Y se preguntan qué irá a pasar, si en tiempos “normales” cuando se suponía que había dinero “no vieron claro”, pues MENOS EN ESTA CRISIS.

No es suficiente que López Obrador frite: Viva México tres veces para cerrar su discurso. Ese esquema ya se le agotó también.

Vemos en los últimos días que el Secretario de Salud (el verdadero), Hugo López-Gatell, trae una cara desencajada y su discurso se ha vuelto derrotista, anticipando miles y miles de contagios, de muertos, de zozobra, de angustia; de ampliar hasta un mes el “necesario” encierro, cuando hace apenas una semana, el estúpido empresario presidente de Grupo Azteca, Ricardo Salinas Pliego, fustigaba a los conservadores y ordenó el regreso de sus casas a estrellas de la conducción de sus programas de entretenimiento bajo amenazas de despedirlos si no iban a trabajar. “Que no se quede nadie en casa” decían algunos idiotas que ahora ante el peligro, exigen que todo el mundo se quede en sus hogares.

Hace apenas dos semanas se permitió en la CDMX llevar a cabo el festival “Vive Latino”; ese mismo fin de semana él abrazaba y besuqueaba niñas en sus eventos.

El 18 de marzo se dio el lujo de hacer un absurdo evento masivo para conmemorar la expropiación petrolera; hace una semana, el 21 de marzo, López Obrador estaba sentado una fonda en Oaxaca, tras una gira con mitin y todo, para conmemorar el natalicio de Benito Juárez, y desde allí invitaba con desfachatez a la gente a salir de sus casas y a departir en restaurantes y eventos: “Que él nos diría cuándo dejar de salir”.

Y ya este fin de semana, López-Gatell y el propio presidente López Obrador cambiaron diametralmente su discurso y están ahora ordenando, con una fuerte promoción, el quedarse en casa, luego de que la cifra de personas fallecidas por Coronavirus en México ascendiera ayer a 20,lo cual significa que hubo 4 fallecidos más respecto a lo reportado el día anterior; mientras que los casos confirmados aumentaron a 933, es decir, 85 más que la jornada anterior.

¿Qué les costaba haberlo hecho antes?

Para nosotros en Sonora, haya entrado o no en razón López Obrador, que todo indica aún no ocurre así- cuando menso es un aliciente que convencidos o no, los de la 4T ya caminan en la misma dirección que lo hacen muchos gobernadores, entre ellos y como figura destacadísima, la mandataria Claudia Pavlovich.

El sábado, en la gira por San Luis Río Colorado, el Presidente se sumó a su llamado de quedarse en casa, como si nunca hubiera dicho lo contrario. De locos.

Pero, tope en eso. Lo bueno es que en Sonora, la Gober ha tenido las faldas y los pantalones bien puestos y desde el principio ha ido un paso adelante en la estrategia de distanciamiento social, y dictando medidas con toda oportunidad.

El miércoles emitió la Declaratoria de Emergencia Sanitaria Temporal, con la orden de suspender toda actividad no esencial y el viernes en la noche un decreto para reducir los horarios para la venta de bebidas de contenido alcohólico y para obligar al cierre de cantinas, bares, billares, etcétera.

Mire: Los casos de Covid-19 en Sonora aumentaron a 17 este domingo, al confirmarse tres muestras más como positivas, según lo dio a conocer el secretario que parece tener el don de la ubicuidad, Enrique Clausen Iberri. Todos contrajeron el virus vía transmisión local, por lo que es necesario fortalecer las medidas de aislamiento social, así como la cuarentena de casos y contactos.

Un porcentaje muy alto de la población sí ha hecho caso por responsabilidad, por cuidar a los suyos y a los demás, hay muchísimos aún que sin necesidad siguen en la calle buscando diversión, por eso apoyamos que se castigue con más severidad a quienes siendo casos sospechosos de estar contagiados de COVID19 violen la cuarentena a la que están obligados, porque simple y sencillamente están atentando contra quienes NO ESTÁN INFECTADOS. No se vale.

En pocas palabras, en Sonora se corre el riesgo de un contagio masivo de grandes proporciones, si persiste la irresponsabilidad de contactos y nexos familiares de pacientes con COVID-19 en la entidad al salir de sus hogares, PESE A SER PORTADORES DEL VIRUS.

Así que ya sabe lo que le espera si Usted es portador del virus, o contacto, o le ordenaron entrar en cuarentena y persiste en su terquedad de andar en la calle. Aún cuando tenga que ir a trabajar, su obligación será guardarse en la cuarentena.

SSSSSSSS… El período inicial de distanciamiento social por 15 días al que convocó el gobierno de los Estados Unidos llega a su fin este lunes y Donald Trump había expresado su interés en relajar las directrices nacionales al menos en las partes del país menos afectadas por la pandemia; pero en lugar de ello decidió extenderlas hasta el 30 de abril.

Dijo que nada sería peor que declarar victoria antes de que se gane la victoria, pues es sería la mayor pérdida de todas. "Por lo tanto, ampliaremos nuestras pautas hasta el 30 de abril para frenar la propagación. El martes finalizaremos estos planes y proporcionaremos un resumen de nuestros hallazgos, datos de apoyo y estrategia al pueblo estadounidense".

En Arizona, estado fronterizo con Sonora, crecen exponencialmente sus casos de Coronavirus y no se está haciendo nada por detener a los que cruzan la frontera hacia el lado sur. Hasta este domingo, en Estados Unidos suman 2,191 muertos por COVID-19 y 124,665 casos confirmados, de acuerdo con cifras oficiales. Mal augurio para los sonorenses.

Mire usted. En este asunto del Coronavirus, entre los gobiernos de México y los EEUU da hay similitudes y discrepancias.

Sus presidentes reaccionaron como los más tercos, tozudos e insensibles; los dos se equivocaron al menospreciar la amenaza del COVID19 y ahora tendrá la población que pagar los platos rotos de esa cerrazón. Además, ambos se encuentran en franca campaña política rumbo a su reelección.

Pero mientras, Trump busca remediar la situación de aislamiento social con mucho dinero, cosa que sin duda logrará, además de emitir decretos que obligan ya a las grandes compañía a fabricar miles de ventiladores en las próximas semanas, nuestro Presidente sólo le da al Pueblo atole con el dedo .

Y López Obrador por su parte, asegura que apoyará a los pobres; pero ello NO podrá cumplirlo porque NO tiene dinero; los recursos los está gastando en sus proyectos de la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, además de que NO ha terminado de pagar las indemnizaciones por la cancelación del NAIM a lo que habrá de sumarse la del borrón del mapa que le pegó a la cervecera de Constellation Brands en Mexicali.

Con esas decisiones, no hay dinero que alcance. Mal le está yendo desde ya a México y a los mexicanos.

SSSSSSSS… Dicen que se ve muy grotesco un funcionario estatal que aprovecha el tema del Coronavirus para promocionarse políticamente, que ante cualquier instrucción superior que le toca cumplir, de inmediato ordena que le tomen fotos como si estuviera cortando el listón en la inauguración de una boutique.

Nunca falta alguien así que eche a perder la excelente labor que se está haciendo a nivel institucional. Ya averiguaremos de quién se trata.