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Chilango Power… otra visión

2019-12-05 | Armando Vásquez A. | Sección:

VIAJE RAPIDITO A LA CDMX para tratar un asunto de negocios. De entrada me aclaran que a la guadalupana la visitan en su día poco más de seis millones de creyentes quienes son organizados para que vayan a pie –se cierran varias cuadras alrededor—y la organización es por tandas de personas a pie a las que se permite unos minutos en la basilica y luego los que siguen y así todo el día.

Me equivoqué cuando puse que dobletearían a cuatro millones los presentes, son seis y si a eso le suma lo que ya comenté en la pasada columna pues se irá a ocho millones con seguridad.

Solo la CDMX sabe lo que es eso en los cinco días que dura el peregrinar, es decir, desde dos días antes del 12 de diciembre empieza a llegar la gente y se retiran dos días después.

Por cierto, la pregunta obligada aquí en chilangolandia, al taxista, al del hotel, al mesero, es en grandes rasgos cómo han visto la actuación del Peje y sus gentes.

La gente me contestó con un lacónico : “Todos roban”. Y no saben que ha hecho de acciones o que ha dejado de hacer. No leen, ni viven preocupados por la grilla que tanto se maneja.

En las calles es posible constatar que el uso del celular ya es una herramienta de primera necesidad. Todos lo usan, desde jóvenes hasta viejos y de los tres géneros, lo cual no debe ser raro en las grandes urbes, lo que si me llamó la atención es que para comunicarse siempre utilizan el mensaje de voz, nadie escribe ya, lo que en un momento determinado terminará con un alfabeto que de nada servirá. Parece tendencia.

A lo mejor ya necesitaba salir un ratito del rancho. Sin embargo me queda claro que si un AMLO pretende imponer el comunismo como sello de la cuarta transformación, la primera oposición sería en la CDMX y no por cuestiones de ideología, sino porque no quieren que les quiten sus privilegios y forma de ser.

Y he sentido en las calles que el temor a la inseguridad no es el principal problema en esta macro urbe, sino más bien que les quiten sus propiedades por las que tanto han luchado, --¿y a quien no?--, pero aquí consideran todo un logro el ser dueños de un cuartucho o tener rentas congeladas de una pocilga, ese es su miedo e incluso no saben sobre la ley de expropiación de bienes en caso de verse involucrados en algún ilícito: “ese es un problema de ricos que a nosotros no nos toca”, aseguran y pueque tengan razón, pueque no.

Imponer pues el comunismo en CDMX no será tan fácil pues el ciudadano de aquí actúa en base a impulsos. Si los tocas directamente con alguna disposición gubernamental que les afecten, allí si brincarán de manera inmediata y su mejor espacio para protestar es el zócalo y más en domingo cuando no hay mucho qué hacer en la calle.

El poder chilango mueve, modifica actuaciones, establece nuevas formas de gobierno y se le tiene miedo. Y ahora más que nunca pues se le dio un poder misterioso a las reuniones en el Zócalo, de allí que los otros íconos como el Monumento a la Revolución –y las manifestaciones que se hagan a su alrededor--, no tengan el mismo peso específico que el del famoso zócalo.

Es cierto, se creen y se sienten el ombligo del país y lo son, por ello actúan en consecuencia cuando se les otorga un valor individual con su sola presencia en cualquier evento realizado en el zócalo.

Para que la 4T busque el impulso debido, requiere primero conquistar Tenochtitlán, tal vez por ello los esfuerzos del gobierno federal van tutelados a beneficiar al sur del país, pues la CDMX está constituida casi en su totalidad por originarios de esos estados, no de Jalisco, Monterrey y mucho menos otros estados del norte, incluyéndonos, sino de los sureños que ya conocemos y que poco a poco llegaron a establecerse en esta urbe de nueve millones de personas, más un número similar en los municipios aledaños.

Esta puede ser una nueva visión de las causas por las cuales se fue una gran parte del presupuesto 2020 a esas regiones sureñas, pues los chilangos saben que se está beneficiando a sus pueblos de origen, de donde salieron sus padres o abuelos, y cuyas raíces están allí.

No es mala la estrategia pues dominando o limitando al poder chilango, el de casa, el más peligroso pues tienen la capacidad de tomar edificios y golpear la gobernanza del sistema, será el paso adecuado para seguir con las siguientes etapas de la 4T. En eso andan.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director general de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones… Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente.

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