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El primer reto político para Alfonso Durazo

2019-07-04 | Armando Vásquez A. | Sección:

MAL EMPIEZA LA SEMANA para quien ahorcan en lunes.

Todas las sublevaciones tienen tres orígenes: comunicación inadecuada horizontal y vertical, incidencia masiva de un 80 por ciento de inteligencia emocional (hay que leer el libro “Sicología de las masas” de Gustav Lebon para entender el concepto social de “masa” se lo recomiendo, es cortito https://bit.ly/2DawbW5 ) y suelen transmutar como un ente vivo: nacen, crecen, se desarrollan y mueren.

Por lo pronto, los elementos de la Policía Federal que no quieren pertenecer a la Guardia Nacional están promoviendo un paro nacional para este jueves a partir de las nueve de la mañana: https://bit.ly/2LBWLOT

"Se invita a que desde cualquiera de sus respectivas bases y servicios a no salir a realizar patrullaje, servicio administrativo o cualquier servicio inherente a la Policía Federal, ya que cada uno apoyando desde su trinchera, podrá colaborar a esta noble causa en manera de protesta y como medida de presión al Presidente para que busque la manera de solucionarlo”.

Aunque el Presidente AMLO ya habló de que están mal dicho elementos y de que hay “mano negra” tras de dicho movimiento. Mal punto pues al dar a conocer su posición prácticamente cerró cualquier camino a la negociación.

Limitó incluso al Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo quien en la mañana habló de platicar y llegas a consensos en un estira y afloja natural en la cual, para que exista el ganar ganar, debe haber un perder perder, es decir, que cada una de las partes ceda en sus pretenciones.

Y como Alfonso es el responsable de atender este problema, pues le toca luchar cuesta arriba.

A estas alturas de la sublevación, lo primero que debe hacer Alfonso según los cánones en el tratamiento de este tipo de movimientos es escoger de entre todos esos manifestantes entre cinco y diez policías federales que de preferencia cuenten con más de veinte años en dicha fuerza policial. Las razones son obvias. Y sobre todo aún se puede, pues acaba de empezar esto.

¿Qué buscan los policías?... ser escuchados, que haya pues, comunicación. Hay mensajes con mucho ruido, fuera de foco, que no permiten dejar en claro que quiere una parte y que quiere la otra o más bien, bajo que bases comunicacionales van a llegar a un arreglo que es el objetivo final.

Ya los policías dieron el primer paso al soltar a la prensa la existencia de 16 peticiones algunas de las cuales son obvias: respeto a su dignidad, antigüedad y prestaciones laborales, dos uniformes al año, por Dios.

Manejan situaciones de dineros que en suma les dan algo así como 40 mil pesos mensuales. Qué pichicatos. Dice el dicho: Si el problema es de dinero, no es problema.

Luego viene el aspecto cultural donde se manifiesta el eterno pleito entre los militares y policías que se manejan en seis puntos: No pertenecer a Sedena, no vivir en cuarteles militares, no ser evaluados por los militares pues no son policías, ni someterse al polígrafo pues se supone que las evaluaciones del C5 ya las pasaron y en estas va incluida una evaluación con polígrafo precisamente y por lo tanto piden pasar en automático a la Guardia Nacional. Ponga un asterisco en este último punto.

Luego manejan otros puntos laborales como trabajar en horarios comprendidos dentro de la LFT, establecer un sindicato que no creo que les vayan a dar esta fortaleza, por más que se la merezcan pues estarían, como agentes del orden público en el apartado B de la Ley (pero tienen otros detalles legales), pues son trabajadores del estado.

De hecho, el artículo 70 de la LFT lo deja muy claro: Los trabajadores de confianza no podrán formar parte de los sindicatos. Cuando los trabajadores sindicalizados desempeñen un puesto de confianza, quedarán en suspenso todas sus obligaciones y derechos sindicales. https://bit.ly/2Ur6NnB

Y por último manejan el aspecto legal-político-posible corrupción al señalar: Deben renunciar todos los mandos a partir de comandantes de compañía hasta los directores ya que ellos siguen siendo los mismos que están inmiscuidos en corrupción y crimen organizado e instalar una oficina de derechos humanos para los policías dentro del centro de mando CONTEL Iztapalapa.

Dejan en claro que la complicidad entre los jefes del crimen organizado y los integrantes de la Policía federal la manejan los jefes y por ello solicitan que este la CNDH en caso de que continúen estas “costumbres”.

Alfonso Durazo y el país ya tienen estas peticiones en sus manos. ¿Qué falta?

Los policías federales dejaron clara su comunicación, falta organizarlas.

Debe haber pues esa lista de representantes que mencionamos párrafos arriba, luego una reunión –no varias, conste--, y entrar a la segunda fase de lo que mencionamos en el primer párrafo.

La Policía Federal desglosa sus ataques al hampa en base a grupos que denominan compañías. Cuando esto ocurre se conforman intereses fraternales en torno a los participantes en estas acciones y conforman una especie de hermandades, que conforme veo, quieren, todos estos que se sublevan, que persistan. Y esas empatías son sumamente fuertes, estrictas, de tal manera que llegan a conformar cuerpos que van más allá de una simple hermandad pues de por medio está la vida de ellos y de sus familias al conformarlas.

Si usted ha participado en una organización con base a un objetivo podrá entenderlos pues suele trascender ese emotivo aspecto de hermandad. A esto nos referimos cuando tratamos el punto de la inteligencia emocional y más cuando va de por medio la vida de hijos, esposa y de amigos entre los policías federales.

Entonces, si nos vamos al punto de que este tipo de sublevaciones transmuta, si sus acciones pasan de mañana que tienen programada un paro de labores, entonces esta problemática entra en otra fase que veremos en los siguientes días y que tienen que ver con el rollo de desarrollo del movimiento.

Habrá que estar a la expectativa y analizar lo que ocurre con esta corporación que nunca, insisto, nunca había realizado este tipo de acciones que, es más, ni les conocíamos esa característica de revoltosos o de sublevación pues cuentan con un código que les indica que a cualquiera de ellos que anden en estos menesteres, simplemente serían encarcelados.

El hecho es que Alfonso Durazo tiene poco tiempo para acabar con la insurrección en su gallinero.

El detalle es que estos elementos andan siempre armados, lo cual es tema de otra columna pero tú tu. Y si no se arregla este conflicto en uno o dos días, van a dejar crecer el monstruo para afectación de Alfonso Durazo. Déle seguimiento a este movimiento estimado lector que si no se acaba de aquí al viernes repercutirá en el aspecto político del sonorense.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.

Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com

Twitter: @Archivoconfiden

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