6336435970_e82257563d_b

Los que se aprovechan de la candidez de Elena Poniatowska, no se ven pero allí están

2019-05-14 | Mario Rivas Hernández | Sección: México

Rumbos/Mario Rivas Hernández

EN MUCHOS SENTIDOS, ES UNA gran mujer. Es tierna, es amorosa, es divertida. Es culta. Escribe bien, a veces, puede ser magistral. Y tiene una particularidad de la que muchos se han aprovechado. Incluso, personas mucho menos talentosas e inteligentes que ella: es notablemente manipulable.

Sé que algunos se van a molestar. Pero es la opinión de académicos que se especializan en el estudio de la personalidad de quienes han sobresalido en la literatura.

Obviamente, me refiero a ELENA PONIATWSKA AMOR (por cierto, pariente de la famosa poetisa PITA AMOR, que después de transitar por el mundo de las grandes figuras del arte y de la política, terminó sus días en un modesto departamento de la Ciudad de México).

La señora Poniatowska ha publicado muchas novelas, ensayos y libros un poco y a veces un mucho, autobiográficos. Sin embargo, ninguno alcanzó la celebridad de “La noche de Tlatelolco”, publicado a finales de los sesentas, donde narra sus vivencias sobre aquella trágica noche del 2 de octubre de 1968, cuando cientos de estudiantes, algunos soldados y adultos que no estaban involucrados en el movimiento estudiantil, murieron bajo las balas que surgieron lo mismo de francotiradores del Estado Mayor Presidencial, que del Ejercito y de los líderes del Comité de Huelga de la UNAM.

Elenita fue testigo de esta matanza. Como lo fueron muchos jóvenes se la época (de esa noche de Tlatelolco, doña CUQUITA AMADO DE ARAIZA, tiene algo qué contar. Este relato se lo debe a los dos que tres lectores de estos Rumbos ¿Fue en el Café La Habana, doña Cuquita? Confieso que no recuerdo el dato.).

Pues sí. Elena Poniatowska saltó a la fama como escritora—a la fama internacional, digo—con su libro “La noche de Tlatelolco”. Fue un relato que muchos jóvenes—cientos de miles, creo yo—leímos en su momento. Un tiraje fuera de serie en un país donde la mayoría de sus habitantes jamás ha leído un libro.

Esta obra, ha rivalizado con una novela de Elenita titulada “Hasta no verte Jesús mío”. Pero en ventas la novela fue superada ampliamente por el tema de Tlatelolco.

Desde entonces le viene la fama. Y le viene el gran cariño que auténticamente le tenemos mucho, muchísimos mexicanos.

Empero, como he dicho, Elenita es terriblemente débil de carácter y muy manipulable por personas de un nivel intelectual y cultural muy abajo suyo.

Ahora mismo lo hemos visto.

Particularmente, me resulta lamentable y triste verla en el templete de la conferencia mañanera de su ídolo ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, recitando una oración a su madre, comunicándole hasta el espacio sideral que ella ve hoy lo que su progenitora no pudo ver: México ya cambió, ha conocido a un hombre maravilloso, a un hombre bueno, que está cambiando a México.

Eleva la mirada al cielo imaginario, con unción profundamente religiosa, mientras el Mesías la observa a un metro y medio de distancia enternecidamente satisfecho.

Experimenté lo que cualquier lector de libros podría experimentar cuando ve a una notable mujer de letras llegar al colmo de la cursilería en aras de agradar a la persona que ella adora por encima de todo.

Quién sabe de quien fue la idea de ponerla al frente de la mañanera de ese día.

Lo cierto es que recién había estallado un pequeño escándalo tras de que PASCAL BELTRÁN DEL RÍO, el Periodista y Director Editorial de Excélsior, manifestara a través de su cuenta de twitter, lo siguiente:

“¿Alguien del oficialismo podría hacer el favor de explicar por qué los contribuyentes pagaremos este año 5 millones de pesos (o 417 mil pesos mensuales) a Elena Poniatowska? Digo, no quiero pensar mal. Seguro hay una explicación razonable”.

El periodista no rescató información dudosa de las redes sociales. Tampoco de alguna de esas fuentes que se dicen muy enteradas porque escuchan chismes en los cafés cercanos a Palacio Nacional.

En realidad, el dato lo leyó en el Diario Oficial de la Federación y está—o estaba—en el Presupuesto de Egresos de la Federación, al que cualquier ciudadano tiene acceso.

La referencia es muy concreta: a Elena Poniatowska, le asignan 5 millones de pesos para el ejercicio anual de 2019.

Tomados desprevenidos, medio mundo se dio a la tarea de realizar un control de daños.

De inmediato los directores de la Fundación “Elena Poniatwska”, explicaron que esta institución está al borde de la quiebra. Afirmaron que en lo que va de este gobierno de la Cuarta Transformación, no han recibido ni un solo peso. Que no han pagado los sueldos a sus colaboradores de todo el año. Que se les retiró la partida de apoyo que recibían, como fundación, del Gobierno Federal.

Elena Poniatowska, fiel a su humilde naturaleza, le dijo a Pascal del Río, que tenía razón en pedir una explicación. Que ella no ha recibido ni un centavo de su amigo López Obrador ni del Gobierno. Pero que entendía su asombro y su exigencia de una explicación.

Así cerraron este capítulo.

Yo le creo a ella.

Pero todo esto me llevó al punto anterior: han abusado de su candor, de su fragilidad de carácter, y en su nombre—no me queda duda—podría ser que se hayan cometido algunos abusos.

No sería la primera vez que sucediera. De distintas maneras personas sin escrúpulos han abusado de la amistad que la escritora les dispensa.

Tengo, para mí, que esto terminó bien. Aún cuando nadie explicó por qué fue el propio gobierno el que filtró el dato oficial.

O alguien del Gobierno.

En fin.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

DÉJEME DECIRLO: ME LLEGÓ la invitación de parte del Maestro ROBERTO LAGARDA LAGARDA, para la ceremonia en la que se le impondrá el nombre del inolvidable profesor ALBERTO FLORES URBINA, a la nueva escuela Nueva Creación de Cócorit…

Después de ese evento, habrá una comida para los amigos en la casa campestre que Roberto posee en las proximidades de la presa “El Oviachic” (también conocida—pero menos—como “Álvaro Obregón”)…

Este paradisiaco lugar, con una vegetación exuberante y enclavado a la vera del Río Yaqui, ha sido escenario de algunos encuentros entre cuates. Yo tuve el gusto grande de estar en uno de esos encuentros, allá por agosto de 2017, si no recuerdo mal…

Fue cuando se le organizó una comida de despedida al Maestro Lagarda. A mi mesta estábamos SERGE ENRÍQUEZ TOLANO, MIGUEL JIMÉNEZ LLAMAS, el anfitrión, SERGIO PABLO MARISCAL y algunos más…

Ya se movía el tinglado de la política y Mariscal se empezaba a mencionar en redes sociales y en algunas columnas…

¡Qué cosas tiene la vida, Mariana!...

¡Y AGÁRRATE, GENOVEVA, QUÉ VAMOS A GALOPAR! Está creciendo el escándalo por el asesinato del líder cetemista GILBERTO MUÑOZ MOSQUEDA, ejecutado por un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación, que reivindicó la autoría del atentado a trasvés de una manta que dejaron colgada de un puente de Salamanca, Guanajuato…

Muñoz Mosqueda no era un líder cualquiera. De hecho, era el número dos a nivel nacional de la CTM, pues figuraba en el organigrama como suplente del jerarca máximo de la CTM, CARLOS ACEVES DEL OLMO…

Permaneció 43 años como líder máximo del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química, Petroquímica, Carboquímica, Gases, Similares y Anexos de la República Mexicana; fue tres veces Diputado Federal, fue Senador, acumuló grandes ranchos, propiedades e inmuebles de todo tipo y naturalmente, se le describe como un individuo de alta estatura, bronco, mal hablado, soberbio, prepotente, entre otras cosas…

Y POR ÚLTIMO, PASA RAUDO PARA Hermosillo, el líder de la CNC en Sonora, RODOLFO JORDÁN VILLALOBOS, uno de los cuadros priistas que se la jugó por la causa de CLAUDIA PAVLOVICH ARELLANO…

Es todo.

Le abrazo.

rumbosmrivas@outlook.com