Administración brumosa afectará combate al crimen…

MÉXICO SE ENCUENTRA dividido en ocho macro regiones, en la llamada división territorial, cada una similar en cuanto a factores físico-naturales e histórico-culturales.

Este mismo país, a su vez se encuentra dividido en 32 estados -- el DF hoy una rara entidad denominada CDMX--. Esta es la división política.

En materia electoral, México se dividió a su vez en cinco circunscripciones, por aquello de la equidad poblacional cuando se elijan a los legisladores plurinominales, entre otras características de representación.

Esto es en lo territorial, político y electoral, Faltan las divisiones militares en cualquiera de sus ramas, así como también las administrativas en lo general: combate a la pobreza, recaudación fiscal, tramitación, gestorías, juzgados locales y federales, impartición de justicia y un largo etcétera.

Luego de las mencionadas macro divisiones, vienen otras en cascada que se van achicando cada vez más conforme a la subdivisión requerida.

No necesitamos tener doctorado en administración pública para entender que a mayor tamaño de un aparato gubernamental, su manejo práctico y administrativo –así como los procesos de combate a la corrupción, auditoría, etcétera— serán más y más complejos y por lo tanto más costosos.

Ya vimos los diferentes tipos y múltiples divisiones que puede sufrir este país. Pues a esa amalgama hay que sumar la estrategia de combatir el crimen en el país dividiéndolo en 266 regiones –si, 266--de las cuales 17 fueron consideradas prioritarias.

Alfonso Durazo publicó hará cosa de diez días dijo que gracias a la estrategia de dobleteo de personal de seguridad, logró que bajaran 70% los homicidios en Obregón por ejemplo y porcentajes significativos en otras de las 17 regiones mencionadas. http://cort.as/-G5XT

En el caso de Sonora es cierto. La percepción de que Obregón se ha mantenido como municipio “tranquilón”, poco a poco está tomando forma. El detalle es que de diez días a la fecha, hemos vivido en San Carlos tres asesinatos, en Hermosillo tres secuestros y los dos de El Tazajal, y en Caborca cinco jóvenes asesinados este domingo. Duele que en su mayoría sean jóvenes, pero son asesinatos… ¿acaso los malosos salieron de Ciudad Obregón y se dispersaron a otros municipios?

¿Lo mismo está ocurriendo en otros municipios del país otrora semi tranquilos?

Y si a ello le empalmamos la nota informativa de la revista Proceso que asegura que en estos dos meses comparados con enero y febrero del 2018 se incrementaron los asesinatos en un 13.5%. Fueron 98 homicidios dolosos diarios y pasó de cinco mil 113 víctimas a cinco mil 803 asesinatos y entre estos se cuentan 154 víctimas de feminicidio. http://cort.as/-G1v0

Sonora presentó una posición estadística aceptable, toda vez que ocupó el lugar número 28 en la tabla de homicidios con 1,424 en esos 60 días, por debajo de Yucatán, Nayarit, Tlaxcala y Campeche.

Y ahora retomemos el tenor inicial de esta columna.

La administración de las áreas de seguridad no solamente están obsoletas en materia de formatos a llenar para solicitar balas, pistolas, chalecos salvavidas, patrullas, los pertrechos indispensables que aumenten la posibilidad de vida de un policía de cualquier nivel.

También, su limitado presupuesto les inhibe a realizar tareas de entrenamiento continuo pues no cuentan con las balas necesarias para mejorar sus aptitudes para ser más eficientes. ¿Se imagina que un policía diariamente se gaste cien, deje usted, cincuenta balas, entrenando?, calculé el costo en un mes, por lo que tendríamos algo así como mil 500 balas mensuales, un más menos de mil 500 pesos mensuales, lo cual hay que multiplicar por ¿mil 200 policías en el caso de Hermosillo?... no, pues ya pinta, ¿no cree usted?...

El hecho es que la Guardia Nacional, que sumarán 150 mil elementos a lo largo del sexenio de AMLO, es decir 565 elementos por cada una de las 266 regiones, se supone que nos deberá de poner del otro lado como país en la lucha contra los malosos, pero ¿dónde está el problema?... insisto, en el aspecto administrativo.

De entrada, las balas habrá que seguirlas pidiendo a la Sedena que definirá el tipo conforme al arma que deberá utilizarse y pasar la petición por triplicado para las ante firmas debidas. ¿Me voy explicando?

De tal manera que no podemos pensar en uno o dos enfrentamientos fortuitos seguidos a balazos por que los agentes del orden llevarán las de perder toda vez que los requisitos burocráticos para conseguir balas –deje usted todos los demás--, requieren de un debido tiempo para su surtimiento. ¿Me sigo explicando?

Se supone que las famosas reuniones matutinas en lo que se dio por llamar Reuniones por la Paz o algo así, sirven para atender todos aquellos aspectos relacionados con la justicia. Sin embargo vemos que participa el Ejército, la policía federal, funcionarios de los tres niveles, y a final de cuentas quienes trabajan son los investigadores o policías estatales pues los federales son más para acciones reactivas que de investigación.

Y en la reactividad es donde esta parte del problema. Hemos visto un excelente papel de la fiscal Claudia Indira al sacar adelante las investigaciones sobre periodistas asesinados, entre otros casos, pero lo que no hemos visto aún es el trabajo de inteligencia, el mismo que permite atrapar a los malechores, a los sicarios, a quienes manejan el crimen, antes de que cometan atentados contra ciudadanos o entre ellos.

Allí no los veo a ninguno de los tres órdenes. Y eso preocupa pues sabido es que más vale prevenir que remediar.

Siento pues, que faltan algunos ajustes reales al manejo del combate al crimen y ojo, mucho ojo, con la estructura administrativa que conformarán para manejar 150 mil elementos de la Guardia Nacional, pues allí se definirá el triunfo o la derrota de quienes hoy buscan limitar al máximo las acciones delincuenciales.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.

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