Corren Rumores
Hilario Olea
CAPACIDAD Y TEMPLE…Por lo general los que son
villamelones en algún asunto, término que
se usa en el deporte, van a los
espectáculos para ver si el toro cuerna al torero. Ver si se voltea o choca el
carro de fórmula 1. . En el boxeo van a ver el nocaut y el gol en el
futbol. Y claro, ahí nos apuntamos la
mayoría, porque lo que queremos a fin de cuentas es diversión y no contenido. Eso se lo dejamos a los
expertos o los que saben valorar la capacidad y talento de un jugador. En política es igual. Los villamelones que
vieron el debate presidencial estuvieron atentos a ver los golpes y las
ocurrencias. Valorar los errores o aciertos de acuerdo a las preferencias personales. Y luego, calificar de aburrido o entretenido
el espectáculo y a su juicio decir quien ganó.
Pero el debate electoral tiene otra cara, que lamentablemente no sabemos
apreciar.
SERAN GOBERNANTES…Se acuerdan de Vicente Fox
como era de ocurrente en los debates electorales. La gente le festejaba todo,
principalmente las ocurrencias con las que zarandeaba a sus adversarios, como
cuando dijo: A mi lo grosero se me quita, pero a usted lo corrupto nunca. ¿Y
que pasó cuando ganó? Pues gobernó a base de ocurrencias. Nunca tuvo un
proyecto de nación que transformara realmente al país. Dejó pasar la gran
oportunidad para realmente crear nuevas instituciones que frenaran la ola de
corrupción que se nos vendría encima. Por eso mismo, en estos debates, más que
juzgar las ocurrencias, hay que ver bien el perfil sicológico que están
mostrando al confrontarse con otros adversarios. Desde ahí nos dicen como van
actuar. Con el Bronco no hay pierde: Es ocurrente y así gobierna su estado.
ALGUNOS RASGOS…Ahí tienen a Margarita Zavala
que no puede quitarse su formación familiar. Sigue siendo la esposa y
madre que acepta que la cabeza de
familia es el esposo. No tiene rasgos que presente una personalidad propia.
Como simple ejercicio, si en este momento le preguntan con que identifica a
Margarita, sin duda dirán que por ser esposa de Calderón. Ella en si no tiene
ningún antecedente de liderazgo. Vamos, ni siquiera tuvo la capacidad para
controlar las debilidades etílicas de su marido. Eso no significa que no sea
inteligente y con sensibilidad. Pero no le veo cualidades para el México
bronco.
ANAYA Y EDAD…Una cosa me queda clara, Ricardo
Anaya tarde que temprano será presidente de México… Claro, si no lo meten a la
cárcel antes. Tiene la suficiente ambición para lograrlo y se está preparando.
Hace bien su tarea. Lo vimos en el debate. Sus textos, sus frases y sus placas
de apoyo fueron impecables. No deja nada al azar, lo que nos dice que su
principal rasgo es el control. Pero su principal defecto es la falta de
flexibilidad por el apuro que tiene por tomar el poder. Esto, lo vemos, lo hace
atacar de frente, fuerte y en contundente. Pero no sabe tender puentes o
negociar. Ahí tenía a Meade para una futura alianza y prefirió convertirlo en
enemigo. Le mandó señales de guerra a Peña Nieto, todavía el hombre más poderoso
de México. Y si esto hace como un
candidato que va en segundo lugar. Que no hará como presidente. Y contra esto,
AMLO le ofrece amnistía al propio Salinas de Gortari y Peña Nieto.Después de 18
años de campaña y fracasos, ya aprendió. A Ricardo Anaya no le queda grande la
presidencia, le queda corta su edad.
MUCHOS MAESTROS…José Antonio Meade vive lo
que todo tecnócrata metido por primera vez a político, tiene demasiados
maestros y asesores. Es como cuando aprendes a manejar y subes a todos tus amigos.
Todos se hablan al mismo tiempo y terminan haciéndote bola. Se fijaron que en
cada participación empezaba: “Soy José Antonio Meade”. Al pobre no le dijeron que quien ve el debate
tiene cuando menos un mínimo interés en política o es alguien bien enterado. Y por lo mismo conoce a los personajes. Meade pensó que le estaba hablando al público de los Pequeños Gigantes
que no saben nada de política. Como tecnócrata es bien estructurado. Pero como
nuevo político no tiene reflejos ni timing para los chistes y para los dardos
envenenados. Es posible que pueda ser buen presidente, pero ahorita es muy mal
candidato.
EL ESTADO SOY YO… De una vez por todas hay
que decirlo, el mensaje de AMLO es
claro, para que luego no nos quejemos de
engaño. Su discurso y sus respuestas dejaron en claro que como dijo Luis XlV,
“el Estado soy yo”. Está por sobre las
instituciones y decide quien es bueno y quien es malo. Quien es decente y quien
es malhechor. Solo hay y habrá dos
sopas: sus acólitos y los de la mafia del poder. Ya lo dejó en claro y como pasó con Vicente
Fox o López Portillo, lo que fueron durante
la campaña, luego fueron como gobernantes. Pareja que es borracho de
novio, no va a cambiar luego del matrimonio. No les extrañe que las leyes pasen
a segundo término luego que gane. Para algo está proponiendo la revocación de
mandato. Lo volverá referéndum y plebiscito. En el debate quedó claro como va a
gobernar. Pobres quienes no se dieron
cuenta. AMLO dice que no cree en la venganza, pero traten de poner algo en su
contra en redes y verá si hay o no orden de venganza de sus pejetrolles,
pejezombies y chairos. Claro que será vengativo.
LA SEGUNDA ADUANA… Pero bueno, falta la
segunda aduana, con el siguiente debate que será en Tijuana. Ahora el formato
contempla que las preguntas las hagan ciudadanos y no periodistas, que podrán
plantear lo que ellos realmente padecen y anhelan. Será el 20 de mayo y
seguramente arrojará mucha luz.
En fin, así acaba. Por eso no olvide lo de
Chito el Chato, rollo mata carita y mata debate. Sale.
