En Nicaragua represión de Ortega deja 30 muertos

El aumento en las aportaciones en el Seguro Social desató la ola de manifestaciones en la nación centroamericana; el gobierno culpa a la disidencia de la crisis

Por Martha Cotoret

Razón.com

Durante los 11 años que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lleva en el poder, nunca se había enfrentado una protesta masiva. El mandatario —que controla la mayoría de las instituciones— no está acostumbrado a la disidencia. La mayoría de los nicaragüenses ha aceptado, casi sin chistar, la instauración de lo que la ONG Freedom House cataloga como “autoritarismo moderno”.

“Los mandatos continuos, que parece que nunca terminan, les niegan a las fuerzas de oposición la oportunidad de convencer a los votantes de que los elementos del gobierno en el poder están listos para un nuevo liderazgo. También promueven la lealtad personal a expensas del servicio público, restringen el desarrollo de posibles sucesores, refuerzan la impresión de que sólo el líder actual es apto para gobernar y alimentan el miedo al cambio político”, se lee en el informe llamado “Ruptura de la democracia: metas, estrategias y métodos de los autoritarios modernos”, sobre los regímenes del Continente en los que incluyen a Nicaragua, difundido en julio pasado.

La falta de libertades políticas no fue lo que detonó el pasado miércoles las manifestaciones en la nación centroamericana. Fue un asunto de carácter social: el incremento a las aportaciones al Seguro Social, especialmente, en el caso de los pensionados.

“Esto que está pasando en nuestro país no tiene nombre: Incorporar a un pandilleros a las protestas de los muchachos y criminalizar las protestas; por eso los ponen en riesgo”

Daniel Ortega

Presidente de Nicaragua

En la jornada de ayer, la quinta, la violencia afectó a la industria. Docenas de tiendas en Managua, capital de Nicaragua, fueron saqueadas, mientras las protestas y disturbios contra las reformas del gobierno al Seguro Social continuaban. Imágenes transmitidas por medios de comunicación locales mostraron las tiendas saqueadas en el extenso distrito oriental de la ciudad, incluido un Walmart.

El estallido del conflicto llevó a Ortega a derogar ayer la polémica reforma. “Firman esta resolución los directivos del INSS, anulando y queda la mesa limpia para dialogar”, indicó Ortega. “Millones de ciudadanos a nivel mundial marchan por lo no parecido pero no destruyen, no saquean, no incendian instituciones del Estado y particulares”, expresó el presidente.

Grupos de derechos humanos informaron que al menos 30 personas han muerto y más de 60 han resultado heridas en cinco días de enfrentamientos, debido a la represión de las fuerzas gubernamentales. La violencia con la que las fuerzas de seguridad ha sido condenada por la comunidad internacional, principalmente Estados Unidos y la ONU.

En un comunicado, el Departamento de Estado estadounidense condenó “la violencia y el uso excesivo de la fuerza” por parte de policías contra civiles. “El gobierno de Estados Unidos lamenta las pérdidas de vidas y heridas sufridas en Nicaragua durante protestas de sus ciudadanos”, se lee en el documento.

“Condenamos la violencia y el uso excesivo de la fuerza por la policía y otros contra civiles que ejercitan su derecho constitucional a la libertad de expresión y de asamblea”, agrega la administración de Donald Trump.

Previamente, la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas había condenado la violencia contra los manifestantes, a quien la vicepresidenta de Nicaragua había calificado antes de “vampiros” que “se alimentan de la sangre y creen que con esto lograrán avances en su agenda política”.

Los medios de comunicación controlados por el Estado, culpan a los manifestantes de los saqueos, mientras los críticos especulan que se han permitido para presionar al sector empresarial, el cual ha fijado condiciones para sostener negociaciones con el gobierno, incluido poner fin a las medidas severas.

“Estamos viviendo en Nicaragua un caos social, provocado por la ausencia de liderazgo gubernamental y se han juntado la crisis con la pobreza, y eso en cualquier sociedad es una bomba de tiempo”, afirmó el sociólogo y analista Cirilo Otero.

Gráfico: La Razón de México

“Podría creerse que se está promoviendo desde el gobierno (el saqueo) para hacer presión a la empresa privada y que cedan al diálogo sin que se pare la violencia y el costo puede ser muy alto”, añadió Otero.

Desde el Vaticano, el papa Francisco manifestó que está “muy preocupado” por lo sucedido en Nicaragua y se unió a los obispos para pedir que cese toda violencia.

“Estamos en las calles pidiendo a Ortega y a su esposa que se vayan. Esto ya fue más allá del tema de Seguridad Social. Ha habido muertos, heridos y él ni siquiera se disculpa por sus asesinatos o por la despiadada represión contra la gente”, dijo Mauri Hernández, uno de los miles de manifestantes en la rotonda central.

“Estamos viviendo en Nicaragua un caos social, provocado por la ausencia de liderazgo gubernamental y se ha juntado con la pobreza, y eso es una bomba de tiempo”

Cirilo Otero

Sociólogo y analista

Ortega expresó el pasado sábado que acordaría negociar sobre las reformas al Seguro Social para que no haya más “terror para las familias nicaragüenses”, pero indicó que las discusiones serían únicamente con líderes empresariales.

“Esto que está aconteciendo en nuestro país, no tiene nombre. Los muchachos que ni siquiera saben el partido que los están manipulando”, sostuvo Ortega. “Incorporan a pandilleros a las protestas de los muchachos y criminalizan las protestas; por eso los ponen en riesgo”.

“Estamos en las calles pidiendo a Ortega y su esposa que se vayan. Esto ya fue más allá del tema de Seguridad Social. Hay muertos, heridos y él ni siquiera se disculpa por sus asesinatos”

Mauri Hernández

Manifestante

Manifestantes destruyen monumento a Chávez

Un grupo de manifestantes en Nicaragua derribaron un monumento del expresidente fallecido Hugo Rafael Chávez, informó el periodista Jonathan Núñez, a través de su cuenta de Twitter.

El escultura se encontraba en la plaza Paseo de Bolívar a Chávez, ubicada en una las principales avenidas de la ciudad nicaragüense Managua y fue develado en julio de 2013, tras la muerte del líder de la Revolución Bolivariana.

Consiste en una imagen multicolor de 10 metros de altura del busto del expresidente sudamericano en metal, rodeada por siluetas de árboles de 13 metros de alto, color amarillo.

Según información extraoficial, las protestas en contra de la reformas de Seguridad Social han dejado aproximadamente 28 muertos entre ellos el periodista Ángel Gahona.

Las calles de Managua se encuentran bloqueadas por barricadas de piedras, ladrillos y automóviles quemados. Además, se han reportado una ola de saqueos e intentos de saqueo en distintos supermercados del país centroamericano.

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