¿Irá o no irá la gobernadora a Abelandia?
ESTE FIN DE SEMANA se celebrará en el rancho de Abel Murrieta el festejo del cumpleaños del diputado federal y por 21 ocasiones consecutivas (¿o serán 22?) se realiza una amalgama de espectáculos a lo que se ha dado en llamar Abelandia.
Poco a poco se reúnen en el rancho “Nacapule” cientos de invitados, del género masculino, por cierto y cuya tradición fue rota en el 2016 cuando aceptaron la visita de la gobernadora Claudia Pavlovich. Por supuesto que iban a romper la tradición.
El hecho es, me imagino que además de la música, alcohol y comida, que supongo corren a raudales, también campea como plaga el mitote político y más en esta ocasión que amerita especial atención porque Abel Murrieta quiere gobernar Cajeme.
De todos es conocido que el jefe de la comarca, Ricardo Bours, es quien impulsa a Abel quien desde hace una treintena de años atrás es parte de su equipo.
Claro está, existen en ese municipio hermano menor, una serie de contaminaciones mediáticas promovidos, dicen los que dicen saber, por el Gato Volador, el ex diputado Raúl Acosta, pues quiere a todas luces que su hija, la senadora Anabel Acosta, sea la ungida por el PRI para esa posición.
De allí que hayan surgido campañas que buscan que Cajeme sea gobernado por una mujer, quesque así lo indica la ley y una bola de etcéteras que tratan de desviar la atención y encaminarla al nombre de la senadora.
Pero no es cierto, el instituto electoral dividió en tres bloques eso del nombramiento de género de tal manera que Cajeme está en un bloque distinto al de Hermosillo, razón por la cual no necesariamente debe ser mujer la candidata del PRI a la alcaldía.
Claro está, entre más revuelto el río, mejor para Raúl y su hija.
Hay un detalle que es de llamar la atención ahora que empezamos con esto de Abelandia.
No lo he podido confirmar pero hasta donde sé, se dice que la señora gobernadora fue invitada al rancho “Nacapule” y que la respuesta es que iría hasta el sábado.
Supongamos sin conceder, como dicen los abogados, que sea cierto. El solo hecho de estar en Abelandia, enviaría un mensaje político muy importante a la región sur del Estado pues cobijaría de manera automática al famoso Yaqui Power que siente que por ellos Claudia Pavlovich llegó a Palacio. A lo mejor si, a lo mejor no. Aunque allá en el sur piensan que sí.
Otro de los mensajes que mandaría su presencia allá es que los otros candidatos –del PRI y de oposición--, serían minimizados de alguna manera pues para comprender la cultura política de los cajemenses debemos tener claro que es diferente a la de Hermosillo, por ejemplo.
Es decir, en el caso de la capital la cultura es un tanto más con un manejo poco claro, con mensajes que deben descifrarse, con modismos, formalismos y apariencias hasta cierto punto engañosas y faltas al cien por ciento de confianza en la veracidad de lo que se habla y promete entre los hacedores de la política.
En cambio en Cajeme la gente, en esto de la cultura política, es más zaruki, más silvestrona, razón por la cual el mensaje que se les envíe lo toman con la claridad debida, sin el cuidado de apariencias ni mucho menos echando a volar la imaginación.
De allí pues los resultados que pudiera arrojar la visita de la gobernadora. Sin embargo, supongamos que no asista por haberse ocupado. Quienes estén en Abelandia pudieran interpretarlo como un desdén al principio, pero con un twitter de salutación por parte de la uno, con eso se acabaría cualquier tipo de resquemor.
El detalle es que se dejaría abierta la puerta para que cualquiera que quiera ser alcalde de Cajeme lo intente con más ganas y se hablaría de una división al interior del PRI pues Abel Murrieta no manifestó su deseo de ir como independiente a la alcaldía de Cajeme cuyo plazo se cerró el pasado miércoles 17.
Y si no es independiente y el PRI no lo ubica como candidato, ¿qué opción le quedaría?...
El control del Yaqui Power en Cajeme está más que demostrado pues, por ejemplo, en el caso de la campaña de Abel a la diputación federal obtuvo 66 mil votos, una quinta parte de los 320 mil votos que conforman el padrón electoral en ese municipio cuya votación fue de menos del 50 por ciento, de hecho, Abel tuvo más sufragios que el mismo alcalde Faustino Félix quien aseguró que Abel no sería el candidato y según la jiribilla, apoyando a la senadora Acosta.
Entendemos también que las negociaciones con el alcalde Félix son más fáciles de realizar pues va de salida y su poder político está un tanto acabado, no así el del Yaqui Power.
EN FIN, ya sabremos si se firmó o no el “Tratado de Abelandia” y de ser así, pues ya se ha de imaginar quien será el candidato por Cajeme.
POR HOY ES todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.
Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com
Twitter: @Archivoconfiden